Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso:


¿Es viable todavía?

El 5 de mayo de 1965, se inauguró el nuevo Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”, con la presencia del Lic. Adolfo López Mateos, Presidente de la República y del Gobernador del Estado, el Lic. Rodolfo Brena Torres. Tras casi dos años de construcción y equipamiento entró en funciones la magna obra de cuatro niveles y una capacidad de 104 camas, resultado de las gestiones de los Dres. José Morales Paz y Alberto Castellanos Sánchez, entonces director del antiguo hospital y jefe de los Servicios Coordinados de Salud Pública en el Estado, respectivamente.

Diez años más tarde, se inauguró a su lado un Hospital Infantil, al que luego se denominó Pediátrico, con 72 camas.  No tardaron ambos nosocomios, uno dedicado a la atención de adultos y el otro a la niñez, en integrarse en uno solo, con mando y administración únicos, con lo que se eficientó su operación. Tuvo que pasar otra década para que se incorporaran a dicha unidad hospitalaria los recursos humanos y materiales de lo que fue la maternidad “Dr. Manuel Canseco Landero”, inaugurada el 16 de junio de 1975, en un local adaptado en terrenos del  anterior hospital civil. Para 1986 la capacidad de camas censables de todo el bloque de servicios de atención médica de segundo nivel quedó registrada oficialmente  en 180; esa cifra no se ha movido hasta la fecha, aunque internamente las necesidades las han aumentado hasta 220. Lo que sí ha ocurrido en los casi 47 años de existencia del “nuevo” hospital ha sido toda clase de remodelaciones, ampliaciones, sustitución de mobiliario, instrumental y equipo y, lo más trascendente, el incremento de sus recursos humanos y por ende de la productividad.  

Con el paso del tiempo y con la idea de brindar atención a las crecientes necesidades de una población sin servicios de seguridad social, cada vez mayor, los directores del nosocomio con el apoyo de los titulares en turno de los Servicios de Salud de Oaxaca, aumentaron el número y tipo de especialidades médicas y servicios concomitantes hasta el grado de transformar al hospital en un híbrido, pues puede considerarse que representa una transición entre un hospital general y uno de alta especialidad; la realidad es que no es ni lo uno ni lo otro.

Actualmente se dispone, tanto para adultos como para infantes, de una amplia gama de especialidades médicas y quirúrgicas, de servicios de urgencias, valoración crítica y unidades de cuidados intensivos. También se cuenta con servicios especializados de enfermería clínica y quirúrgica. Sofisticados servicios de laboratorio, imagenología, rayos equis y otros, sirven de apoyo a los primeros. La plantilla de recursos humanos es de 1295, de los cuales el 16% son médicos, 42% enfermeras, 22% personal administrativo y el 20% restante es personal de diversos servicios y técnicos. 

Alrededor del 60% es personal de base. Por otra parte, este gran hospital ha sido desde siempre alma mater en la formación de profesionales de la salud y una importante y prestigiada fuente de investigación. Actualmente cuenta con 74 médicos internos de pregrado y 102 médicos residentes de 7 especialidades.

Si se trata de evaluarlo en cuanto a su productividad, rebasa los indicadores para un hospital de su tipo: más del 100% de ocupación, promedio de 4 días estancia, 0.95 defunciones por cada 100 egresos y 4.2 cirugías diarias por quirófano. El volumen de actividades básicas es impresionante, pues en el 2011 se registraron: más de 20 mil egresos, 9 mil 600 cirugías, 75 mil consultas, 7 mil 500 partos, 750 mil estudios de laboratorio y casi 70 mil de rayos equis. He ahí el aporte de la extraordinaria riqueza que representan sus trabajadores.

Sin duda su talón de Aquiles es el ancestral déficit presupuestal y por ello sus carencias, lo que repercute en la calidad de la atención, pero también su capacidad física resolutiva está totalmente rebasada. Se necesita un nuevo hospital, en otro sitio, moderno, confortable y suficiente en toda clase de recursos, por lo menos para atender la salud de los oaxaqueños en los próximos 50 años. ¿Qué se haría con el actual? La respuesta es…

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