Dra. Mercedes Juan López y los grandes pendientes en salud.
Ha concluido otro ciclo más en la administración federal, ciclo al que popularmente se conoce como sexenio, expresión que es correcta porque efectivamente la palabra se refiere a un periodo de seis años, y una vez que ya pasó da la impresión de que se fue “como agua”, pero mientras su cumplía de manera inexorable ese lapso de tiempo, para no pocos pareció que ese proceso fue sumamente lento. En la Secretaría de Salud hubo dos titulares, el Médico Gastroenterólogo Jesús Ángel Córdova Villalobos y el Doctor en Economía Salomón Chertorivski Woldenberg; el primero formó parte del primer gabinete del ex Presidente Felipe Calderón Hinojoza y permaneció en el cargo hasta que se postuló como candidato al gobierno de su Estado natal, Guanajuato, elección que perdió y sin embargo recibió una segunda oportunidad en el primer equipo de colaboradores del Presidente al ser nombrado Secretario de Educación Pública, función con la que se despidió el pasado 30 de noviembre. El segundo se desempeñó como Director General de Protección Social en Salud, más conocido como Seguro Popular, y de ahí pasó a la titularidad de la Secretaría de Salud para cerrar el llamado sexenio federal. Ahora, acaba de tomar posesión como Secretario de Desarrollo Económico en el gabinete de Miguel Ángel Mancera, nuevo jefe del poder ejecutivo del gobierno del Distrito Federal.
A Córdova Villalobos le correspondió dirigir y coordinar la elaboración del Programa Nacional de Salud 2007-2012 y atender la emergencia nacional con motivo de la epidemia, luego pandemia, causada por el temido virus de la Influenza AH1N1 y posteriormente se encargó de manejar, en materia de atención médica y acciones de prevención de enfermedades, los efectos de las diversas contingencias ambientales que no faltan cada año en México; por su parte, Chertorivski aplicó todas sus energías y entusiasmo a replantear, en lo posible, nuevas estrategias y apoyos en aquellos programas que no habían recibido el suficiente apoyo por una razón u otra; así como a concluir, con su equipo de trabajo, lo que quedó pendiente en infraestructura: inmuebles y equipamiento de establecimientos para la atención médica de los tres niveles de atención y sus respectivas plantillas de recursos humanos, además de observar toda la tramitología que lo anterior conlleva, con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el aseguramiento del presupuesto para el gasto corriente de cada unidad aplicativa. En síntesis puede decirse que ambos servidores públicos mantuvieron una relación de terciopelo con la dirigencia sindical de la Secretaría del ramo, lo que permitió que no hubiera obstáculos para el desarrollo de planes y programas como resultado de plantones y bloqueos prolongados por parte de los trabajadores.
En los últimos años, pero sobre todo en el que estamos por dejar atrás, Felipe Calderón una y otra vez presumió de dos cosas en materia de salud: el logro pleno de la cobertura universal mediante la incorporación de la población al seguro popular y la puesta en operación, sin precedente según él, de hospitales y centros de salud de capacidad y dimensión muy variada. Viéndolo así, con esa panorámica tan general, daría la impresión que la Dra. Mercedes Juan López, primera mujer que a nivel federal asume el cargo de Secretaria de Salud, en charola de plata ha recibido una dependencia eficiente, aceitadita, a la que nada le duele y a la que únicamente hay que ponerle el toque personal, estilo y liderazgo, para navegar en aguas tranquilas los próximos seis años. Sin embargo, a estas alturas seguramente ya tiene un primer diagnóstico de la situación real y ya ha comprendido que la empresa no será nada sencilla. Ha hecho algunas declaraciones a los medios en los que ha expresado su interés por las acciones de prevención sin descuidar las de curación y rehabilitación. La Dra. Juan López es una servidora pública surgida de la propia dependencia que hoy dirige, con amplios conocimientos y vasta experiencia. De ahí la esperanza de que podamos observar una verdadera renovación en materia de salud en nuestro país.
A Córdova Villalobos le correspondió dirigir y coordinar la elaboración del Programa Nacional de Salud 2007-2012 y atender la emergencia nacional con motivo de la epidemia, luego pandemia, causada por el temido virus de la Influenza AH1N1 y posteriormente se encargó de manejar, en materia de atención médica y acciones de prevención de enfermedades, los efectos de las diversas contingencias ambientales que no faltan cada año en México; por su parte, Chertorivski aplicó todas sus energías y entusiasmo a replantear, en lo posible, nuevas estrategias y apoyos en aquellos programas que no habían recibido el suficiente apoyo por una razón u otra; así como a concluir, con su equipo de trabajo, lo que quedó pendiente en infraestructura: inmuebles y equipamiento de establecimientos para la atención médica de los tres niveles de atención y sus respectivas plantillas de recursos humanos, además de observar toda la tramitología que lo anterior conlleva, con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el aseguramiento del presupuesto para el gasto corriente de cada unidad aplicativa. En síntesis puede decirse que ambos servidores públicos mantuvieron una relación de terciopelo con la dirigencia sindical de la Secretaría del ramo, lo que permitió que no hubiera obstáculos para el desarrollo de planes y programas como resultado de plantones y bloqueos prolongados por parte de los trabajadores.
En los últimos años, pero sobre todo en el que estamos por dejar atrás, Felipe Calderón una y otra vez presumió de dos cosas en materia de salud: el logro pleno de la cobertura universal mediante la incorporación de la población al seguro popular y la puesta en operación, sin precedente según él, de hospitales y centros de salud de capacidad y dimensión muy variada. Viéndolo así, con esa panorámica tan general, daría la impresión que la Dra. Mercedes Juan López, primera mujer que a nivel federal asume el cargo de Secretaria de Salud, en charola de plata ha recibido una dependencia eficiente, aceitadita, a la que nada le duele y a la que únicamente hay que ponerle el toque personal, estilo y liderazgo, para navegar en aguas tranquilas los próximos seis años. Sin embargo, a estas alturas seguramente ya tiene un primer diagnóstico de la situación real y ya ha comprendido que la empresa no será nada sencilla. Ha hecho algunas declaraciones a los medios en los que ha expresado su interés por las acciones de prevención sin descuidar las de curación y rehabilitación. La Dra. Juan López es una servidora pública surgida de la propia dependencia que hoy dirige, con amplios conocimientos y vasta experiencia. De ahí la esperanza de que podamos observar una verdadera renovación en materia de salud en nuestro país.
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