Educación superior ¿Pase automático?
Uno de los compromisos de campaña de Andrés Manuel López Obrador, candidato por el partido Movimiento Regeneración Nacional, Morena, ha sido el que todos los estudiantes del país ingresen a planteles de educación superior sin ninguna condición que les impida ese objetivo, entendiéndose como una especie de pase automático del nivel medio superior a las escuelas y facultades de las universidades y tecnológicos de México; además, que la educación a ese nivel sea gratuita. Para ello, también les ha prometido a 300 mil jóvenes de escasos recursos económicos, que se les apoyará con una beca de $2,400.00 si cursan estudios universitarios; así mismo, a 2 millones 300 mil de los llamados “ninis” se les entregará religiosamente un aporte mensual de $3,600.00. Muy loable y generosa resulta ser esa promesa de campaña de quien tiene en Don Benito Juárez, un ejemplo de virtudes y de vida, y el más importante de los personajes históricos de nuestra nación, quien pronunciara frases célebres como las siguientes: “La instrucción es la primera base de la prosperidad de un pueblo, a la vez que el medio más seguro de hacer imposibles los abusos del poder”, “La constancia y el estudio hacen a los hombres grandes, y los hombres grandes son el porvenir de la Patria” y “Libre, y para mí sagrado, es el derecho de pensar…La educación es fundamental para la felicidad social; es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos”.
Pero lo que pretende López Obrador, si arriba a la presidencia de la República, es hoy una utopía y a la vez un sueño que se clasifica en el mundo de lo absurdo. Veamos con datos duros porqué. En México hay 5,343 escuelas de nivel superior, que atienden a una población escolar de 3.6 millones de alumnos. www.unioncdmx.mx. De ese total, 2,180 son escuelas públicas y 3,163 son privadas, 41% y 59%, respectivamente. Seis estados del país concentran el 42.8% de las escuelas de nivel superior del país: Puebla, Ciudad de México, Estado de México, Veracruz, Jalisco y Guanajuato. Datos de la SEP. Ciclo escolar 2016-2017. De las instituciones docentes tomo como ejemplo dos de las más reconocidas de nuestro país, la UNAM y el IPN.
Para el ciclo escolar 2017-2018, la matrícula total de alumnos de la UNAM es de 349,515, la más alta de su historia. Los cuales están divididos en: 30,310 de posgrado, 204,191 de nivel licenciatura, 114,116 del nivel bachillerato y 898 cursan el propedéutico de la Facultad de Música. Su planta docente es de 40,578 profesores, de los cuales 12,395 son de tiempo completo. En el primer concurso de ingreso a la UNAM del 2018 el total de aspirantes fue de 148,500, cifra ligeramente superior a la del 2017, cuando sólo tuvo capacidad de aceptar al 8.6% de los aspirantes que hicieron el examen de admisión. Tan solo ingresaron 12,472 jóvenes a su sistema escolarizado, universidad abierta y a distancia. La UNAM ofrece 122 carreras con 221 opciones educativas para cursarlas. En el caso del Instituto Politécnico Nacional, únicamente el 26% de los aspirantes de nuevo ingreso tendrá esa posibilidad real en el 2018. (Excélsior, 27/05/2018). Concursarán 92 mil aspirantes y solo ingresarán 24 mil para estudiar alguna de sus 66 carreras. El IPN, tiene una matrícula total de 178,492 alumnos inscritos en sus 293 programas educativos, impartidos en sus 82 unidades académicas, 68 carreras técnicas, 77 carreras de nivel superior y 148 programas de posgrado, con una planta de profesores de 17,273 académicos
De lo dicho se deduce que es materialmente imposible admitir más aspirantes. Y solo son dos planteles de educación superior. Falta la opinión de los de tipo privado. Agrego que es inadmisible que se incorporen alumnos mediocres, sin vocación, o con un coeficiente intelectual menor de 90. ¿Se imaginan la infraestructura faltante y la cantidad de profesores en todo el país para hacer realidad el sueño de AMLO? Otro ejemplo: existen 139 escuelas de medicina, pero no hay suficientes hospitales que funcionen como campos clínicos, por ello no pueden ampliar su matrícula; si lo hacen el COMAEM no acreditará sus programas de estudios. He ahí porque afirmo que es una utopía.
Pero lo que pretende López Obrador, si arriba a la presidencia de la República, es hoy una utopía y a la vez un sueño que se clasifica en el mundo de lo absurdo. Veamos con datos duros porqué. En México hay 5,343 escuelas de nivel superior, que atienden a una población escolar de 3.6 millones de alumnos. www.unioncdmx.mx. De ese total, 2,180 son escuelas públicas y 3,163 son privadas, 41% y 59%, respectivamente. Seis estados del país concentran el 42.8% de las escuelas de nivel superior del país: Puebla, Ciudad de México, Estado de México, Veracruz, Jalisco y Guanajuato. Datos de la SEP. Ciclo escolar 2016-2017. De las instituciones docentes tomo como ejemplo dos de las más reconocidas de nuestro país, la UNAM y el IPN.
Para el ciclo escolar 2017-2018, la matrícula total de alumnos de la UNAM es de 349,515, la más alta de su historia. Los cuales están divididos en: 30,310 de posgrado, 204,191 de nivel licenciatura, 114,116 del nivel bachillerato y 898 cursan el propedéutico de la Facultad de Música. Su planta docente es de 40,578 profesores, de los cuales 12,395 son de tiempo completo. En el primer concurso de ingreso a la UNAM del 2018 el total de aspirantes fue de 148,500, cifra ligeramente superior a la del 2017, cuando sólo tuvo capacidad de aceptar al 8.6% de los aspirantes que hicieron el examen de admisión. Tan solo ingresaron 12,472 jóvenes a su sistema escolarizado, universidad abierta y a distancia. La UNAM ofrece 122 carreras con 221 opciones educativas para cursarlas. En el caso del Instituto Politécnico Nacional, únicamente el 26% de los aspirantes de nuevo ingreso tendrá esa posibilidad real en el 2018. (Excélsior, 27/05/2018). Concursarán 92 mil aspirantes y solo ingresarán 24 mil para estudiar alguna de sus 66 carreras. El IPN, tiene una matrícula total de 178,492 alumnos inscritos en sus 293 programas educativos, impartidos en sus 82 unidades académicas, 68 carreras técnicas, 77 carreras de nivel superior y 148 programas de posgrado, con una planta de profesores de 17,273 académicos
De lo dicho se deduce que es materialmente imposible admitir más aspirantes. Y solo son dos planteles de educación superior. Falta la opinión de los de tipo privado. Agrego que es inadmisible que se incorporen alumnos mediocres, sin vocación, o con un coeficiente intelectual menor de 90. ¿Se imaginan la infraestructura faltante y la cantidad de profesores en todo el país para hacer realidad el sueño de AMLO? Otro ejemplo: existen 139 escuelas de medicina, pero no hay suficientes hospitales que funcionen como campos clínicos, por ello no pueden ampliar su matrícula; si lo hacen el COMAEM no acreditará sus programas de estudios. He ahí porque afirmo que es una utopía.
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