La CEAMO y su nuevo Consejo General
El pasado 09 de septiembre me presenté en el inmueble que ocupa el Congreso Legislativo de nuestro estado en San Raymundo Jalpan, para cumplir, en calidad de aspirante, con el mandato de la convocatoria expedida por la Comisión Permanente de Salud de la LXIV Legislatura hacia la integración del nuevo Consejo General de la Comisión Estatal de Arbitraje Médico, CEAMO, para el periodo 2021-2025. De acuerdo con lo expresado en la propia convocatoria cumplí con el requisito de exponer mis conocimientos y experiencia relacionados con el arbitraje médico, motivaciones para ocupar el cargo de consejero y mi propuesta de trabajo.
Como si se tratara de un examen de postgrado de estudios superiores, los “sinodales”, Emilio Joaquín García Aguilar (Licenciado en Administración por el Instituto Tecnológico de Tlaxiaco), Migdalia Espinoza Manuel (Licenciada en Educación por la Escuela Normal Superior de Oaxaca), Aleida Tonelly Serrano (Licenciada en Comunicación) y César Enrique Morales Niño (Licenciado en Comunicación y Periodismo por la UNAM), Presidente de la Comisión e integrantes de la misma, respectivamente, se aplicaron en la función que tenían encomendada a pesar de que ninguno de ellos, como puede colegirse, es un profesional o técnico del área de la salud y mucho menos ha prestado sus servicios en alguna de las instituciones de los sectores público, social o privado del Sistema Estatal de Salud; sin embargo, derivado de su formación profesional es posible admitir que podrían discernir, cuestionar y aplicar su criterio para emitir finalmente su dictamen, en un tema tan específico como el que comento.
Cuando abandoné ese recinto estaba seguro, plenamente convencido, de que había hecho una digna exposición y que también mi propuesta de innovación para mejoría de la CEAMO era acertada, factible y viable en beneficio de todos los involucrados. Antes, había proporcionado, en tiempo y forma, toda la documentación que me fue requerida, e incluso le facilité a la Comisión un CD con todos los archivos soporte de mi curriculum vitae con el objetivo de apuntalar mi desarrollo profesional como servidor público. A pesar de todo ello no fui seleccionado. Sabía, de antemano que no iba a ser fácil una vez que tuve conocimiento de los demás prospectos, pues en casi cinco décadas en el amplio campo de la salud del estado, conozco, al menos, la trayectoria y alcances del 50% de ellos.
A mí me propuso mi Sociedad Oaxaqueña de Salud Pública, entonces presidida por el Dr. Vladimir Eliel Hernández Sosa, y en esa terna participaron también la Dra. Josafat Zárate Escamilla y el Dr. Felipe Gama Casas; ambos, con una amplísima y reconocida formación profesional y con una vasta experiencia en los tres niveles de la atención sanitaria y asistencial en el estado, así como en las acciones de la enseñanza, capacitación e investigación, incluso de postgrado. Estar con ellos en esa terna ya fue, de principio, un verdadero reto. Por nuestra formación en Salud Pública tenemos una visión panorámica de los temas y problemas de salud en general que no tienen fácilmente los demás. Cualquiera de los tres pudimos haber alcanzado magníficos resultados en la CEAMO; así mismo, desde un principio consideré al Dr. Fidel Herminio López López como el más indicado para actuar como Consejero Presidente.
Como si se tratara de un examen de postgrado de estudios superiores, los “sinodales”, Emilio Joaquín García Aguilar (Licenciado en Administración por el Instituto Tecnológico de Tlaxiaco), Migdalia Espinoza Manuel (Licenciada en Educación por la Escuela Normal Superior de Oaxaca), Aleida Tonelly Serrano (Licenciada en Comunicación) y César Enrique Morales Niño (Licenciado en Comunicación y Periodismo por la UNAM), Presidente de la Comisión e integrantes de la misma, respectivamente, se aplicaron en la función que tenían encomendada a pesar de que ninguno de ellos, como puede colegirse, es un profesional o técnico del área de la salud y mucho menos ha prestado sus servicios en alguna de las instituciones de los sectores público, social o privado del Sistema Estatal de Salud; sin embargo, derivado de su formación profesional es posible admitir que podrían discernir, cuestionar y aplicar su criterio para emitir finalmente su dictamen, en un tema tan específico como el que comento.
Cuando abandoné ese recinto estaba seguro, plenamente convencido, de que había hecho una digna exposición y que también mi propuesta de innovación para mejoría de la CEAMO era acertada, factible y viable en beneficio de todos los involucrados. Antes, había proporcionado, en tiempo y forma, toda la documentación que me fue requerida, e incluso le facilité a la Comisión un CD con todos los archivos soporte de mi curriculum vitae con el objetivo de apuntalar mi desarrollo profesional como servidor público. A pesar de todo ello no fui seleccionado. Sabía, de antemano que no iba a ser fácil una vez que tuve conocimiento de los demás prospectos, pues en casi cinco décadas en el amplio campo de la salud del estado, conozco, al menos, la trayectoria y alcances del 50% de ellos.
A mí me propuso mi Sociedad Oaxaqueña de Salud Pública, entonces presidida por el Dr. Vladimir Eliel Hernández Sosa, y en esa terna participaron también la Dra. Josafat Zárate Escamilla y el Dr. Felipe Gama Casas; ambos, con una amplísima y reconocida formación profesional y con una vasta experiencia en los tres niveles de la atención sanitaria y asistencial en el estado, así como en las acciones de la enseñanza, capacitación e investigación, incluso de postgrado. Estar con ellos en esa terna ya fue, de principio, un verdadero reto. Por nuestra formación en Salud Pública tenemos una visión panorámica de los temas y problemas de salud en general que no tienen fácilmente los demás. Cualquiera de los tres pudimos haber alcanzado magníficos resultados en la CEAMO; así mismo, desde un principio consideré al Dr. Fidel Herminio López López como el más indicado para actuar como Consejero Presidente.
Pero para mi asombro y de mis otros colegas concursantes, ninguno de los que en el papel deberían haber integrado el nuevo Consejo fue escogido por el pleno de la LXIV Legislatura, todos ellos consagrados y prestigiados trabajadores de la salud a nivel estatal y nacional: Licenciada en Enfermería y Mtra. en Salud Pública Gloria Dolores Soto Cruz, los Médicos Erick Azamar Cruz (Doctor en Salud Pública), Fidel Herminio López López (Pediatra), Enrique Domville Domville Vasseur (Gínecoobstetra), Fortunato Flores Corzo, Felipe Gama Casas (Especialista en Medicina Legal) y Josafat Zárate Escamilla (Mtra. en Administración de Hospitales). No se entienda que los escogidos por la Comisión de referencia no reúnen los méritos suficientes. La CEAMO requiere de una reingeniería para servir mejor. El tiempo dirá si fue correcta su selección.
No hay comentarios.: