¿Por qué a mí? Mi caso

En el año 2012, se publicó en el periódico Noticias, Voz e imagen de Oaxaca, mi artículo “¿Por qué a mí?”, del prestigiado abogado y hombre de letras de México, nacido en 1948, año en el que yo también nací. Con el tiempo y su talento llegó a ocupar un alto cargo en la empresa bancaria CREMI, además de que se distinguió como escritor, guionista de cine y otras artes literarias. Dicho personaje, Víctor Hugo Rascón Banda, en plena madurez de su vida con sorpresa recibió la noticia de padecer Leucemia Linfocítica en el prestigiado Hospital ABC; a partir de ese trágico momento su vida se modificó terriblemente porque dicha enfermedad se volvió crónica e irreversible, teniendo que verse en la necesidad de ingresar una y otra vez al mencionado nosocomio, cuyos gastos lo llevaron finalmente a la quiebra de su economía y a la pérdida de su empleo. Su familia se vio en la necesidad de vender sus propiedades y otros bienes con el objetivo de salvar la vida del Licenciado Rascón, pero todo fue inútil, falleciendo en el año 2008 a la edad de 60 años.

Durante el tiempo de sus internamientos en el hospital dedicó su vida a escribir el libro “¿Por qué a mí?”, en la que narra dramáticamente la evolución de su caso. La trascendencia del mismo nos demuestra lo frágil que es nuestra vida y nadie está exento de padecer una enfermedad tan grave como la leucemia. Rascón Banda fue un individuo muy saludable pero su organismo no pudo evitar el deterioro que sufrió su sistema inmunológico. La pregunta que sirve de título del libro que comento ahora me la he hecho yo, mis familiares y mis amistades porque considero que por décadas llevé una vida metódica, dedicado a mi trabajo, al ejercicio físico los 365 días del año, sin fumar cigarrillos y sumamente moderado en mi forma de ingerir bebidas alcohólicas. Hoy cuando estoy cerca de cumplir 77 años de edad, mi vida transcurre en medio de un rosario de enfermedades, las que yo atribuyo como efectos colaterales del CoViD 19 que padecí en las primeras dos semanas del mes de enero del 2022. A pesar de todo y con el extraordinario apoyo de mi esposa y de mis hijos he logrado sobrevivir con ánimo, optimismo y sin depresión, con fe en un ser superior, lo que me permite aspirar que la ciencia médica obre el milagro de mejorar mi calidad de vida.

Actualmente me atienden varios médicos especialistas: Hematóloga, Cardiólogo, Internista, Dermatólogo y Oftalmólogo – Retinó logo, cuyos honorarios al cabo de casi cuatro años han minado la economía familiar, en cierta forma como le sucedió a Víctor Hugo Rascón Banda. Al saberlo, varios de mis amigos de la Sociedad Oaxaqueña de Salud Pública, bajo el liderazgo de los doctores Armando Rodríguez Esperanza y Hugo Ramírez Cervantes, me ofrecieron un donativo que me permitió cubrir los gastos recientes de una cirugía en mi ojo izquierdo; semejante gesto ha sido para mí muy conmovedor y lo valoro en toda su magnitud.

Como complemento de este texto que dedico con gratitud a la bondadosa ayuda recibida, transcribo a continuación el artículo completo que escribí hace 13 años al recordar el libro de Rascón Banda.



XXXII ¿Por qué a mí?

Con motivo del pasado Día del Padre, mi hija, que radica en la bellísima Ciudad de Querétaro, me envió un paquete con varios obsequios, uno de ellos fue el libro ¿Por qué a mí? Diario de un condenado, de Víctor Hugo Rascón Banda de Editorial Grijalbo, marzo 2007. Le hablé por teléfono enseguida para agradecerle sus regalos y en particular el libro, por mi afición a la lectura, y a pesar de que tenía empezadas dos excelentes publicaciones, la misma noche del día en que lo recibí inicié su lectura. Ya lo concluí; se trata de un texto de 252 páginas, sumamente ágil y ameno, pero sobre todo conmovedor.

Rascón Banda nació el 6 de agosto de 1948 en Uruáchic, pueblo minero de la sierra de Chihuahua; por cuestiones del destino se trasladó muy joven a la Ciudad de México donde se graduó de abogado en la UNAM y en esa misma casa de estudios realizó la maestría y el doctorado en derecho; su preparación profesional le permitió desempeñarse por más de dos décadas en elevados puestos directivos en Banca Cremi y en Banco Unión, pero lo más asombroso es que por separado desarrolló toda una carrera literaria, integrándose a los talleres de dramaturgia de Vicente Leñero y Hugo Arguelles, y tuvo clases de dirección escénica con Héctor Azar, convirtiéndose en excelente dramaturgo, guionista de cine y escritor, de ahí que fuera ampliamente reconocido en el medio cultural y artístico y de que sus obras de teatro fueran puestas en escena una y otra vez.

Pero que tiene de particular su libro ¿Por qué a mí?, porque esa es la pregunta que se hizo el autor cuando por primera vez su médico le da a conocer el diagnóstico de la enfermedad que padece: Leucemia Linfocítica Crónica. Y esa pregunta la repite mil veces revolcándose esa noche en su cama, como él mismo lo narra, cuestionándose que no fumaba, no ingería bebidas alcohólicas, dormía siete horas, su alimentación era a base de una dieta balanceada, que todos los días asistía al gimnasio del Banco para correr en la banda y levantaba pesas, además de correr diez kilómetros en el Bosque de Chapultepec. ¿Por qué a mí y no a otros?, expresa lacónicamente al mismo tiempo que hace un repaso de ciertos personajes que a su parecer debieran ser ellos y no él los atacados por esa maligna enfermedad.

En el capítulo ¿De dónde viene el cáncer?, hace un repaso muy amplio de las personas que han fallecido de algún tipo de neoplasia, familiares muchas de ellas, pero también de hombres y mujeres famosos, nacionales y extranjeros, del mundo del arte y de las letras. El libro se convierte en una especie de diario, con crónicas de las difíciles experiencias que vive día con día el autor, escrito a veces con humor y no pocas ocasiones con dolor. Es una historia que describe la manera de cómo investigó esta última y su lucha como gato boca arriba para negarse a morir.

Conmueve, casi al finalizar el libro, el capítulo intitulado “La carta del doctor Pizzuto”, en el que aparecen las principales enfermedades y complicaciones que desarrolló el autor: Leucemia Linfocítica crónica; Anemia Hemolítica Autoinmune Secundaria , Aplasia pura de serie roja, Neumonía por Aspergillus, Neumonía por Nocardiosis, Neumopatía crónica, Síndrome Mioelodisplásico Trilineal Secundario, Linfoma No Hodgkin de células B, Diabetes mellitus, Inmunodepresión mixta, Nefropatía Crónica Secundaria, Sinusitis Crónica Secundaria Agudizada y Osteoporosis Secundaria Severa. En la misma carta también se describe el amplísimo tratamiento a que estaba sujeto y al final aparece una dramática nota del autor en la que señala que la carta del Dr. Pizzuto no menciona que el tratamiento importa la cantidad de 120 mil pesos mensuales, gastos catastróficos que casi lo llevaron a la quiebra económica pues… “Desde ahora viviré para trabajar y para pagar mis medicamentos. ¿Pero cuánto tiempo?”

Rascón Banda falleció el 31 de julio del 2008 luego de una larga lucha de 15 años, con ingresos y estancias prolongadas en el Hospital ABC. En el penúltimo capítulo de su libro señala: “Dicen que lucho por vivir, que doy una fuerte batalla para no morir. Temo desilusionarlos si les confieso la verdad. Yo no hago nada”. Descanse en paz.

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