En los hospitales modernos el usuario es el centro de atención.

Enterado de una nueva incursión del Dr. Hugo Ramírez Cervantes a la ciudad de Medellín, Colombia, la cual le fue solicitada y patrocinada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cuya sede se localiza en la ciudad de Washington, en los Estados Unidos de Norteamérica, le pedí que lo comentáramos en una plática de café, entre amigos.

El Dr. Ramírez Cervantes, médico cirujano, con maestría en Administración de Hospitales y una amplia experiencia como director de varios de estos últimos en el Estado, y en el campo de la administración de los servicios de salud, actualmente es Director de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad Regional del Sureste y cuenta en su curriculum ser autor de un libro avalado por la propia OPS, sobre el Sistema de Información Winsig, diseñado para hospitales con un enfoque gerencial, lo cual se ha traducido en un reconocimiento como experto en esta materia y además le ha permitido transmitir sus conocimientos y expresar sus vivencias en por lo menos una decena de países de Centro y Sudamérica.

La amena charla tuvo lugar en un tranquilo restaurante del norte de la ciudad y con cada sorbo de un aromático café, mi entrevistado me puso al tanto de su último viaje al extranjero, pero sobretodo llamó mi atención lo que dijo acerca de un modelo de organización hospitalario que están implementando los gobiernos de varios países latinoamericanos, como Brasil, Chile, Colombia y Costa Rica, entre otros. Es un modelo, comentó, que no es nada nuevo, pues por lo menos desde hace 20 años se adoptó en el continente Europeo, en los Estados Unidos de Norteamérica y en Canadá.

Se trata del rediseño organizacional de los hospitales, para eliminar el modelo tradicional  en donde todo gira alrededor del médico, desde la organización del propio nosocomio, la programación de la consulta y de las cirugías, y la administración de las camas. En el viejo modelo el médico es el que decide cuándo ingresa el paciente, en cambio en el hospital moderno se diseña y organiza en función del usuario o paciente y este es el centro de atención de todo el equipo multidisciplinario.

En el modelo tradicional, que impera en nuestro país, existe por lo general una falta de coordinación entre las áreas de los hospitales del segundo nivel de atención, pues se programa la consulta cuando el paciente aún no dispone de los resultados de los estudios que complementan el diagnóstico y el tratamiento, tanto de laboratorio como de imagenología, rayos equis y otros. Por otra parte se programa la cirugía cuando no existe la disponibilidad en el quirófano y en ocasiones los recursos para intervenir al paciente, lo que trae como consecuencia frecuentes suspensiones y diferimientos.

Así mismo, el personal de enfermería administra las camas, decide que cama ocupará el paciente, realiza el censo diario de las mismas y por lo general su esfuerzo rebasa más allá del límite esperado, pues desarrolla actividades que otras áreas se niegan a ejecutar, lo que le quita tiempo para su función fundamental que es el de brindar servicios de atención de enfermería al paciente. Ahora bien, por lo general la enseñanza está desligada de los daños a la salud que se presentan en los hospitales, para lo cual se requiere vincularla a los procesos en donde se genera y produce la información de los daños a la salud, esto es la planeación.

En síntesis, el modelo tradicional en México ha permanecido igual durante los últimos 50 años, con algunos cambios en su estructura pero no en sus funciones y procesos. El Dr. Ramírez Cervantes pone como ejemplo, el servicio que ofrece la empresa Autobuses de Oriente, que debieran seguir los hospitales con organización tradicional, lo cual abordare en una segunda parte.

Por ahora solo diré que en  los hospitales que rediseñaron su organización,  su eficiencia mejoró radicalmente, pero principalmente se ha humanizado la atención de la salud. Concluiré la aportación del entrevistado con lo que propone,  para que en nuestro medio demos el salto para dejar atrás viejas inercias en beneficio de los pacientes.