La charlatanería, un modus vivendi.
¿Alguna vez ha tenido la
curiosidad de leer el contenido de aquellos anuncios que aparecen en los
periódicos, revistas del corazón y otro tipo de publicaciones de corte popular,
dirigidos a quienes fueron abandonados por su pareja, sufren de mala suerte,
anhelan ganarse la lotería o algún juego de azar, triunfar en los negocios, en
el amor y en el sexo, desenterrar un tesoro, terminar con salaciones, eliminar
un enemigo, deshacer un hechizo o maleficio, desterrar inquilinos morosos o
malos vecinos, desaparecer “malas vibras”, resolver algún pleito familiar,
curar el mal de ojo y todas las enfermedades (incluso desconocidas), recibir
una herencia, acabar con enfermedades malignas, desterrar el alcoholismo,
tabaquismo o alguna drogadicción y sanar la impotencia viril, entre otras
necesidades?
Si no lo ha hecho le obsequio
a continuación algunas de las ofertas que con más frecuencia se dirigen a los
incautos: “Se regresa al ser amado, doblegado, rendido, dominado, humillado y
desesperado a sus pies”; “Quito y pongo maleficios a corta y larga distancia”;
“No sufras malos tratos, indiferencia, humillación o alejamiento por parte de
tu pareja”; “Neutralizo cualquier trabajo de brujería o magia negra, por
difícil o imposible que sea”; “Te hacemos despojos, alejamientos,
desempabamientos y te magnetizamos”; “Recupera al ser amado para siempre en una
sola noche. No prometo, cumplo y firmo”; “¿Quieres atrapar, enamorar, seducir y
humillar al ser amado?”, “Hago que tu ser amado esté ligado a ti y te sea fiel
de por vida. Le pongo un candado invisible para siempre”. Casi todos estos
anuncios se acompañan de la frase: amarre blanco y eterno, aunque también los hay
de color negro.
Hay otra variedad de
anuncios, como estos: “”Doy números de suerte para melate, tris, lotería,
etc.”; “Dispongo de los mejores instrumentos para desenterrar tesoros”;
“Triunfe en el amor, sexo, negocios, empleo, etc.”; “Curamos daños y mala
suerte”; “Te consigo trabajo, hago que tu negocio prospere o te saco de la
pobreza”.
Aunque todos los que se
dedican a estos menesteres “garantizan” sus “trabajitos”, no falta quien entre
ellos ponga en tela de juicio los resultados de la competencia, asegurando que
en su caso son infalibles. Lo más seguro es que los inocentes que caen en manos
de estos estafadores o timadores nunca verán cumplidos sus buenos deseos. En
cambio, la mayoría de estos últimos llega a vivir con una solvencia económica
envidiable y si se trata de la ciudad de México disponen de varios
“consultorios” en colonias privilegiadas, cerca de las estaciones del Metro y
con varias líneas telefónicas.
Algunos mencionan que no
cobran por sus trabajos, pero hay quien en forma descarada anuncia sus precios;
por ejemplo, por un “amarre sencillo” el costo es de $1,500.00; por uno “medio”
$1,800.00 y por uno “fuerte” $2,500.00.
Hay quienes se auto nombran
Hermana (o) o hermanos, otros adoptan nombres extranjeros y anuncian que son de
equis o tal país, por ejemplo de Brasil, pero hay cierta tendencia a expresar
que proceden de Catemaco, Veracruz. Otros se dicen “sanadores espirituales” e
incluso “el gurú de los amarres”, o son “brujos y curanderos de nacimiento”.
También aparecen como Maestra (o) o Profesor (a) fulano (a) de tal.
Por otra parte, incorporan en
sus anuncios figuras y expresiones de tipo religioso, por ejemplo: “Somos los
Monjes sanadores”; “Reciba gratis el rostro del señor de los Milagros,
bendecido y consagrado”; “Acuda con San Antonio Milagroso”; “Arcángel el
Milagroso”; “Amarres de Dios”; “El amarre es con San Juditas Tadeo, 100% fino y
confidencial”. Además existen “Los Profetas y sanadores del amor”.
No hay comentarios.: