Oncocercosis. Última parte.
De 1931 a 1949 las medidas de
control de la Oncocercosis incluían exclusivamente la extirpación de nódulos de
la piel. Como ya se dijo, es en este último año cuando se inició el uso de la
Dietilcarbamacina como microfilaricida; esto permitió un mejor control de los
enfermos, pero aparecieron reacciones indeseables que causaron la deserción de
muchos de ellos del tratamiento, por lo que fue necesario incorporar otros medicamentos
para tratar tales efectos, como fue el caso de la heptadina y los
glucocorticoides.
Para 1968 existía un registro
de casi 4 mil enfermos, de ellos 60 habían quedado ciegos. Las 8 brigadas,
compuestas por cuatro elementos cada una, detectaron entonces 909 enfermos con
lesiones cutáneas y 1221 nódulos. Hasta 1977 se presentó una tendencia
descendente de los casos, las lesiones cutáneas casi desaparecieron, ya no se
reportaron nuevos ciegos y la presencia de nódulos se redujo en un 50%.
En 1980 se implantaron las
visitas a las localidades más afectadas, cada dos meses y se reforzó el
programa con personal del Estado de Chiapas; ello permitió un mayor control de
la enfermedad, dándose de baja por curación a centenares de pacientes en los
siguientes años.
La introducción, en 1989, de
la Ivermectina (Mectizán), aceleró las acciones que llevaron a la interrupción
de la enfermedad en la década siguiente, de tal manera que el foco oncocercoso
de Oaxaca está en vías de la precertificación de su eliminación, lo que
constituye uno de los más grandes logros de la salud pública en el Estado. Es
importante aclarar que si bien es cierto que en el año 2008 se registraron 2041
enfermos, estos prácticamente se encontraban controlados y desde diez años
antes no se tenía conocimiento de un nuevo caso.
En la lucha contra la
Oncocercosis, a los médicos ya nombrados en los capítulos previos, es necesario
agregar a los doctores Mario Salazar Mallén, Dolores González Barranco y Carlos
Aranda Villamayor. Más recientemente debemos recordar a los Dres. Aurelio
Cortés Merino, Jaime Santiago Alonso (cuya información escrita ha sido de valor
incuestionable para el presente artículo), Eduardo Fernández Flores, Armando
Rodríguez Esperanza, Ramón Segura Arenas y Miguel Alberto Vásquez Rodríguez,
quien amablemente proporcionó los datos más recientes y que han sido incluidos
en este artículo.
Pero si bien es cierto que
las guerras se ganan con la sagacidad y el talento de sus líderes, no es
posible olvidar a quienes desde las trincheras y en los terrenos donde se da el
fragor de las batallas, luchan cara a cara y cuerpo a cuerpo contra el enemigo.
En el caso que nos ocupa, la “tropa” la conforman personas sencillas, humildes,
pero bien capacitadas, leales, con una gran pasión por su trabajo; trabajadores
que a lo largo de los años han sufrido al tener que dejar a sus familias y las
comodidades del área urbana, que han ingerido sus alimentos donde les ha sido
posible, que se han tenido que adaptar para pernoctar, si es necesario en un
petate y que se han expuesto a las inclemencias del tiempo, pero sobre todo, a
la propia transmisión de la enfermedad por los moscos transmisores.
Por esa razón es muy
gratificante dar a conocer públicamente los nombres y cargos de los
trabajadores de campo que con toda seguridad van a alcanzar la gloria de
eliminar a la Oncocercosis; la mayoría de ellos tienen más de 30 años de ir y
venir y luchar denodadamente en los focos de la enfermedad. Ellos son:
Supervisor:
Rabí Hernández Pérez,
Jefes
de Sector: Efraín Andrés García Vásquez, Sergio Rafael Ramírez Paz,
Filemón Noé Ruiz Ruiz y Sabel Armando Torres Pérez,
Jefes
de Brigada: Alfonso López López, Epifanio Martiniano Zúñiga Nava,
Óscar Pérez Antonio Mario Agustín Ramírez Paz, Raúl Daniel Hernández Cervantes,
Teodoro Ramírez Aguilar, César López Ramírez y Jaime Alberto Cruz Varela,
Y los auxiliares de las siguientes brigadas:
Brigada
1:
Aristeo Antonio Jiménez Ojeda, Daniel Coronel Vicente y Tizoc Zárate Morán;
Brigada
2:
Julio César Cerqueda Martínez, Guillermo Leoncio Cruz Varela, Bertín Gerardo
Bautista Valeriano y Rubén Ramírez Cortés.
Brigada
3:
Zoilo Aurelio Mendoza Caballero, Aurelio Artemio Vicente Florían y Javier
Nicolás Lara.
Brigada
4:
Héctor Edgar Contreras Aragón, Horacio Díaz Garnica, César Díaz Garnica y
Sergio Ramírez Mendoza.
Brigada
5:
Mayolo Torres Aragón, Alejandro Vásquez Medina y Antonio Martínez Hernández.
Brigada
6: Sobec
Segundo Santos García, Román Pedro Bautista Ramírez, Miguel Santiago Cruz y
Vicente Óscar García Cruz.
Brigada
7:
René Gregorio Mendoza Caballero, Óscar Amox Hernández Ignacio, Luís Edison
Mancilla Martínez y Conrado Méndez Venegas.
Brigada
8:
Armando Hernández Sánchez, Pablo Pérez Antonio, Jesús Cerqueda Martínez y Juan
Aurelio López Pascual.
Conocí y traté a los
integrantes de las brigadas a fines de los 70´s, algunos de ellos todavía están
en activo; tuve el privilegio y la suerte de apoyarlos cuando me solicitaron
que incluyera en su dotación de insumos un lote permanente de medicamentos
básicos de primer nivel y material de curación y primeros auxilios, lo que les
permitió ofrecer una mejor atención en las comunidades visitadas.
A todos ellos nuestra admiración
y reconocimiento por siempre, y desde ahora ratifico la idea de que, cuando se
certifique por las instancias internacionales de salud la eliminación
multicitada, se seleccione la localidad de San Miguel Tiltepec, donde se conoció
el primer caso de Oncocercosis por el Dr. José Larumbe y se descubrió que era
una comunidad donde las microfilarias habían dejado un gran número de ciegos,
para que ahí se coloque una placa de tamaño tal, que permita la inscripción de
los nombres de todos los personajes que a los largo de estos tres capítulos se
han mencionado, para que quede evidencia fiel de que su lucha valió la pena y
quede también constancia del pueblo agradecido.
No hay comentarios.: