2011: cinco grandes retos.

A partir del primero de enero del ya inminente 2011 las nuevas autoridades del municipio de Oaxaca de Juárez aplicarán su plan de desarrollo para los próximos tres años, como resultado, entre otras opciones, de haber analizado todas y cada una de las más de mil propuestas recibidas de la ciudadanía de manera individual, de servidores públicos en activo y jubilados, en foros académicos, de los colegios y asociaciones de profesionistas y organizaciones de la sociedad civil. Sin embargo, independientemente de la muy necesaria y pertinente clasificación en vertientes de atención o en ejes temáticos, tan de moda actualmente, me parece que cinco son, de los más grandes desafíos, para ofrecer resultados inmediatos a la población en el primer año de gestión. Todos tienen que ver con la imagen visual de nuestra capital.

1º. Barrido público. Tendrá que realizarse una excelente planeación y reestructuración del servicio de limpia, para cambiarle el rostro a la ciudad, porque por doquiera que uno va encuentra basura por todas partes, no importa que se trate de las áreas que se jactan de ser residenciales; la realidad es que da pena observar tanta negligencia y dejadez, simplemente ineficiencia. Sin duda, es de vital importancia la participación de la ciudadanía, pero también hay que sacarla de la modorra en que ha vivido por tanto tiempo, acostumbrándose a vivir casi en la inmundicia como lo más normal del mundo.

En este renglón hay que involucrar a los titulares de dependencias públicas y de empresas privadas, para que coadyuven con la recolección de la basura de sus espacios físicos y con el mejoramiento de sus áreas verdes y jardines. Además, algo se tiene que hacer con los propietarios de lotes cuyos exteriores están siempre rodeados de toda clase de desechos.

2º. Mantenimiento y conservación de parques, jardines, camellones de bulevares y fuentes. Aunque los parques más conocidos de la ciudad observan un buen mantenimiento, sin embargo hay otras que necesitan de un programa permanente de atención, porque da la impresión de que únicamente se inauguran y de ahí en adelante se incorporan en las obras del libro del olvido; sobre todo las valiosas fuentes del centro histórico, las que la mayor parte del tiempo se observan con basura, sin agua o con ésta, pero sucia y con larvas de moscos.

En el caso de los bulevares es increíble que se mantengan en tan lamentable estado, cuando debieran ser fuente de estímulo para la ciudadanía que tiene que pasar todos los días por esas vías. ¿Qué no será posible que sus áreas verdes se poden periódicamente, se blanqueen los troncos de los árboles con cal, se siembren algunas flores en ellos y se evite que se llenen de basura?

3º. Eliminación del grafiti.    Es esta, la más terrible de las plagas que sufre Oaxaca. Signo inequívoco del valemadrismo, de  la falta de vigilancia de las fuerzas de seguridad, de la ignorancia de quienes cobijados por las sombras de la noche hacen y deshacen por todos los rumbos, pintarrajeando las fachadas de los inmuebles privados y públicos, incluso religiosos y culturales, pues ninguno se salva de lo que popularmente se conoce como grafiti, que no lo es de ninguna manera. Quienes lo hacen no tienen valores y menos amor por su barrio, por su colonia, por su ciudad.

Es urgente que las autoridades diseñen y apliquen un programa de atención integral a este grave problema. Es indiscutible que se necesita cimbrar a la ciudadanía, a los padres de familia, a los jóvenes, con mensajes que motiven el amor al terruño y desalienten esta práctica nociva. Pero también la aplicación irrestricta de la ley.

4º. Repavimentación y bacheo. Tal vez, es esta la más costosa de las obras que tendría que emprender la autoridad municipal, pero al mismo tiempo es una de las que la ciudadanía, estoy seguro que pide a gritos. No interesa si por efectos de las lluvias de este año la carpeta asfáltica se deterioró, a tal grado como la vemos por todas partes. Obviamente, que fueron obras de pésima calidad porque su duración fue mínima y el producto de nuestros impuestos simplemente se fue a la basura. Aparte de ello, el área que realiza los trabajos de bacheo requiere que sus elementos reciban un estricto entrenamiento y capacitación, porque como diría mi padre, tal parece que las obras las realizan con “las patas”, al ahí se va.
 Si a los hoyancos le agregamos los odiosos topes, muchos de ellos construidos por los propios vecinos, sin ninguna asesoría técnica, ni vigilancia ni regulación, francamente estoy de acuerdo en que vivimos en un pueblote, muy lejos de la civilización.

5º. Modernización de las vialidades. Sobre este punto, no pocas veces se ha dicho que nuestra ciudad no fue planeada urbanísticamente para mantener el flujo actual de tantos vehículos de motor. El problema es que las obras que se han emprendido solamente han sido paliativas o como decimos los médicos, para mejorar los síntomas, pero no para curar la enfermedad, de tal suerte que las llamadas “vueltas inglesas” no han sido la mejor solución, pues en horas pico, que son casi todo el día, son cruceros de enorme congestionamiento, el cual termina por irritar a los conductores.

De ahí, que resulta imperioso realizar obras que realmente agilicen el flujo de los vehículos en todas direcciones y en cualquier hora del día. Hay que agregar tres cosas: la coordinación de los semáforos en toda la ciudad, que trabajen realmente los agentes de tránsito, que se les vea fuera del centro histórico y lo hagan con eficiencia y honestidad y que se regule la incorporación de los taxis foráneos a la capital, pues circulan por todas partes, incrementando significativamente el parque vehicular.

Alguien me puede reclamar porqué no incluí el ambulantaje, el creciente desempleo, la constante inseguridad, la carencia de agua, la modernización o reubicación de la central de abasto y otros problemas más. Creo que por hoy es suficiente. 

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