Consumo mundial de carne.

En tratándose de alimentos y a manera de introducción, inicio este artículo con una anécdota que data de 1997, cuando recientemente había iniciado sus operaciones el restaurante “La Escondida”, cuyos propietarios eran dos muy estimadas personas, Don José Gómez Velásquez y su esposa Mercedes Migoya, ambos lamentablemente fallecidos en fechas recientes y en un breve lapso de tiempo entre uno y otro. Pues bien, resulta que en ese año el Dr. Jorge Fernando Iturribarría Bolaños fungía como Secretario de Salud del Estado y en mi carácter de Director de Regulación y Fomento Sanitario de dicha dependencia recibí, de parte de él, la encomienda de atender personalmente que ese restaurante, donde se invitaría a comer al Secretario de Salud federal y a los integrantes de su comitiva, luego de realizar una visita de trabajo en esta ciudad, brindara un eficiente servicio en sus instalaciones, con especial énfasis en la higiene de sus trabajadores y que sus sanitarios lucieran impecables y con suficiencia de toallas y otros insumos complementarios.

Así lo hice, acompañado del Subdirector de Calidad Sanitaria y de varios verificadores; para ello, previamente había establecido contacto telefónico con Don Pepe, como así lo conocimos todos, quien muy gentilmente hizo con nosotros un extenso y minucioso recorrido. Terminamos con la observación de sus baños, los que efectivamente estaban relucientes de limpios y con todo lo que se le solicitó. Al día siguiente, llegó el momento de recibir a los distinguidos comensales, dirigiéndose todos a la palapa que se había acondicionado para el banquete. Cuando concluyó el ágape y se retiraron los principales asistentes, me dirigí en busca de Don Pepe para agradecerle todas sus atenciones y con su mirada ingenua y una franca sonrisa me hizo el siguiente comentario: .. “como usted vio nos pulimos en todo, pero que lástima que el señor secretario de México no haya ido ni a lavarse las manos para que hubiera visto lo limpio que estaban”. Yo asentí con un dejo de pena y con un simple: lo siento, pero no podía hacer más.

Paso ahora a tratar el tema que señala el título de este artículo; en el anterior, “Los humanos, principales depredadores del planeta”, me referí al impresionante consumo de especies marinas, capturadas en su medio natural y por medio de la creciente acuicultura. En esta ocasión a bordo de manera sucinta el consumo de carne de ganado vacuno, de cerdo y de pollo, las que de manera extraordinaria entre 1993 y el 2013, su producción a nivel mundial se incrementó en más de 100 millones de toneladas, pues de casi 150 se elevó a más de 252, modificándose la composición porcentual, debido a que la carne de ganado vacuno perdió espacio, siendo desplazada por la carne de pollo, mientras que la de cerdo permaneció en los mismos niveles. En millones de toneladas la producción en el 2013 fue de 58.6 (23.3%), 84.1 (33.3%) y 109.5 (43.4%), respectivamente. China, los 28 países de la Unión Europea y los Estados Unidos de Norteamérica, USA, producen el 70 % de la carne de cerdo. También China, USA y Brasil son los principales exportadores de carne de pollo. En ambos tipos de carne su crecimiento acelerado se explica por el bajo costo de producción, resultado del avance tecnológico, mejora sanitaria, espacios reducidos de crianza y precios de venta bajos. En el caso de la carne vacuna solo el 4.7% de su producción se exporta, y sus principales exportadores son USA, Brasil, India, China y la Unión Europea; en esta última su producción se caracteriza por ser de carnes duras y avejentadas, la cual proviene del ganado lechero. La carne vacuna en los países desarrollados representa un 15% del total de la producción mundial y se consume alrededor del 38% del total de su producción, con casi 86 kg anuales per-cápita versus 23 kg anuales per cápita de países en vías de desarrollo. Hay que imaginar la enorme cantidad de cerdos, pollos y reses que habrán de matarse para el año 2,050, para que las toneladas de su carne alcance para alimentar a casi nueve mil millones de seres humanos. La realidad es que ni la mitad de ellos tendrán recursos para comer carne y no hay que olvidar el pronóstico de severas hambrunas en el mundo para entonces.

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