Tour quirúrgico.

El 21 de marzo de 1958 se puso en operación en esta ciudad el Hospital General de Zona No.1 del Instituto Mexicano del Seguro Social, al que posteriormente se le dio el nombre del ilustre médico oaxaqueño Demetrio Mayoral Pardo. A 53 años de distancia, dicho nosocomio ha sido objeto de múltiples remodelaciones, se ha ampliado su infraestructura y por ende los servicios que en él se prestan; así mismo se incrementaron y se diversificaron sus recursos humanos, además de que su  mobiliario y equipamiento han sido objeto de constante renovación, ajustándose, dentro de lo posible, a los avances tecnológicos más recientes.

Para nadie es desconocido que el IMSS pasa por significativos problemas económicos, lo que ha repercutido en su crecimiento y dotación suficiente de toda clase de suministros en todo el país; sin embargo es de destacar que en lo general conserva en sus trabajadores la mística de servicio y de trato digno que por siempre han caracterizado a la institución. Un ejemplo de ello es el propio Hospital General al que he hecho referencia, donde se observa un genuino espíritu de generosa atención al usuario, con sus raras excepciones.

Existen indicadores para evaluar la calidad de la atención médica en los hospitales; en el caso del que nos ocupa estoy seguro que se registra un elevado porcentaje de  su cumplimiento. Pero todavía más, dispone de un servicio que ha venido a convertirse en un plus de calidad y que es conducido dignamente por la Licenciada en Trabajo Social  Ana Velma Morales Castro y sus excelentes colaboradoras: se trata del “Tour quirúrgico”, por medio del cual los pacientes que han sido programados para cirugía reciben orientación suficiente sobre todos los pasos y requisitos a seguir a su ingreso al hospital; se les dan a conocer sus derechos y obligaciones; así mismo, lo que está prohibido y todo lo concerniente a su egreso.

 Lo anterior se complementa con un tríptico y con una visita en grupo bajo la guía de una trabajadora social, a las áreas donde seguramente entrará en contacto durante su estancia hospitalaria, con el fin de que se vaya identificando con ellas. Una línea telefónica directa permite la atención de dudas, aclaraciones y confirmar, posponer o cancelar la cirugía.

Esta novedosa y humanitaria estrategia permite a los usuarios conocer y comprender los factores o causas inherentes al hospital y al propio paciente,  que pueden contribuir a que  se modifique la programación de una intervención quirúrgica a pesar de haber cubierto todos los requisitos. Queda claro que aún en pleno internamiento, con la cama asegurada, puede ocurrir alguna de las modalidades antes señaladas. Sin duda, que la máxima autoridad del nosocomio autorizó e impulsó tan noble y necesaria medida, la que seguramente ha venido a constituirse en un primer contacto con los usuarios, de enorme beneficio para ellos y para el propio hospital.

Una vez que el paciente se interna se pone en acción todo un equipo de trabajo perfectamente organizado, donde cada quien desarrolla sus funciones con eficiencia, estableciéndose una excelente coordinación del servicio de enfermería con los de laboratorio, rayos equis e imagenología y con el personal adscrito a los quirófanos. 

Debo confesar que quedé gratamente impresionado por el orden, limpieza, ambiente de tranquilidad que se respira (pues incluso el paciente escucha una suave música instrumental de fondo), y por el equipamiento de la más elevada tecnología. Lo que contrasta con la necesidad de modernizar el área de admisión hospitalaria, de brindar un espacio confortable a pacientes, familiares y visitantes y de que se limpien todos los días los cristales del Banco de Sangre.

Por último, he podido constatar el trato amable y digno que se recibe en dicho nosocomio. Resalto, de manera particular la vocación de servicio de las enfermeras Anaís, Fanny, Oliva, Jessica, Elena, Mara, Norma, Alejandra, Ema, Gema y Sonia, así como de las internas de pregrado Yoshi Jayhima Caballero Cajero y Gabriela Leticia Canseco Vásquez. A todas ellas mi reconocimiento y gratitud por la atención de que fui objeto recientemente.