El hígado, un órgano importante.
Todos los órganos del cuerpo humano son importantes,
no existe alguno que no lo sea, pero en el caso del hígado su existencia en
óptimas condiciones resulta fundamental para la vida. En él se sintetiza,
metaboliza e interconvierte la mayoría de los carbohidratos, lípidos y
proteínas de nuestro organismo. Cuando ocurre una situación de ayuno, en la que
la glucosa sanguínea registra una baja, o cuando existe estrés y se requiere
una elevación de glucosa, en el hígado se observan reacciones bioquímicas para incrementar
la concentración de glucosa dentro de límites normales. Por otra parte
alrededor del 80% del colesterol sintetizado por el cuerpo se elabora en dicho
órgano, pero además sintetiza, almacena y exporta triglicéridos, elabora y
secreta gran parte de las proteínas que se localizan en el plasma; por ello, el
hígado es vital para el mantenimiento de la presión del mismo plasma, para la
coagulación sanguínea, para la presión arterial y el crecimiento de los individuos. Es el hígado donde se
sintetiza la bilis, sustancia cuya función es muy semejante a la de los
detergentes, por lo que su excreción hacia el intestino delgado solubiliza los
lípidos y con ello se facilita la digestión y absorción de las grasas. Así
mismo, en el parénquima hepático se realizan los procesos metabólicos
necesarios para la destoxificación y excreción de fármacos y otras sustancias,
las que finalmente lo hacen por la orina o por las heces. Estas son algunas de
las funciones más relevantes.
La mayoría de las personas aún con un bajo nivel de
escolaridad sabe dónde se encuentra el hígado en el cuerpo humano. Tal vez no
sepan que pesa aproximadamente 1400 gramos en el adulto y que lo recubre una
cápsula fibrosa. Para dar una muestra de su complejidad bastan unos cuantos
datos, como el hecho de que recibe más o menos litro y medio de sangre por
minuto a través de dos fuentes: la vena porta hepática y la arteria hepática;
la primera es fundamental para que el hígado desarrolle sus funciones y la
segunda permite mantener la oxigenación que necesita para realizar aquellas. La
vena porta, que conecta de manera directa con el hígado, trasporta hacia él
sangre venosa que procede del intestino delgado, la cual es rica en nutrimentos
recién absorbidos y también lleva fármacos y en su caso venenos. Antes de que
se interne en el hígado recibe el drenaje venoso que procede del páncreas, cuyo
contenido es a base de hormonas como la insulina, el glucagón y la
somastostatina. Este sistema de riego sanguíneo permite, lamentablemente, que
se convierta en un sitio primario para la propagación de metástasis de tumores
provenientes de mamas, pulmones y del tubo digestivo.
Así como para los pulmones el alveolo es la unidad
fundamental que interviene en su funcionamiento, o el glomérulo lo es para los
riñones, en el caso del hígado resulta ser el hepatocito la célula donde
ocurren todas las reacciones bioquímicas. Puede decirse que el hígado es un
órgano macizo, conformado por un entramado de células retículoendoteliales en
el que se sostienen los hepatocitos
formando placas, las que están separadas entre sí por espacios vasculares
llamados sinusoides; es en estos donde se mezcla la sangre de la arteria
hepática, ya nombrada, con la que procede de la vena porta. Las células
retículoendoteliales representan el 30% de todas las células del hígado y son
mucho más que una simple caja donde se alojan los hepatocitos, porque tienen
funciones específicas y se comunican entre sí y con los mismos hepatocitos.
Existe una gran variedad de agentes patógenos y
procesos químicos que pueden ocasionar un daño al hígado. Entre los
padecimientos más frecuentes destacan la hepatitis aguda, la hepatitis
fulminante, la colestasis, la hepatitis crónica, la cirrosis y las enfermedades
focales de diversa índole como es el caso de los tumores malignos. La etiología
o causas en cada una de ellas es muy diversa y aunque este órgano tiene una
gran capacidad de reserva y de regeneración su franco deterioro puede conducir
inevitablemente a la muerte, como sucede en el caso de la Cirrosis en los
individuos alcohólicos.
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