La pandemia esperada.
Una recombinación de las cepas del virus de la
Influenza aviar y porcina con la humana, causarían una pandemia de tal magnitud
que podrían morir alrededor de 160
millones de individuos. En México, una estimación moderada permite saber que la
enfermedad afectaría entre 10 y 25 millones de habitantes, de ellos tendrían
forzosamente que hospitalizarse entre 500 mil y millón y medio, situación que
ocasionaría el colapso de los servicios de salud del país, pero además, y esto
es lo peor, ocurrirían entre 100 mil y 250 mil defunciones, siendo vulnerable
la población de ambos sexos y de todos los grupos de edad.
Este terrible pero bien fundamentado panorama
epidemiológico, fue dado a conocer el jueves 19 de abril por el Dr. Miguel
Ángel Nakamura López, Coordinador del Programa de Vacunación Universal de los
Servicios de Salud de Oaxaca; el evento fue organizado por la Sociedad de
Egresados del Instituto Politécnico Nacional, cuya presidencia asumió en fecha
reciente el Dr. Armando Rodríguez Esperanza. El tema “Realidades y mitos de la
Influenza”, de por sí atractivo,
despertó entre los asistentes una gran expectación, quienes al término de la
brillante disertación del ponente salieron convencidos y preocupados por sus
contundentes conclusiones y recomendaciones.
El Dr. Nakamura hizo un recuento histórico de la
Influenza, remontándose a las grandes pandemias ocasionadas por esta
enfermedad. Señaló que las más recientes datan a partir de la segunda década
del siglo XX con la llamada “Influenza Española”, que ocurrió entre 1918 y
1919, causando 40 millones de defunciones en adultos jóvenes. En 1957 la
Influenza Asiática mató a dos millones de individuos. Luego en el periodo
1968-1969 también causó un millón de víctimas y entre los años 1998-2000 la
Influenza Australiana ocasionó 20 mil muertes y 114 mil hospitalizados. En este
caso el costo en gastos médicos de la epidemia se calculó en tres millones de
dólares.
Otras pandemias de Influenza fueron la rusa, que se
conoció en 1950 y reapareció en China y Siberia en 1977. Lo importante de esta
breve reseña es que el virus causante no ha sido el mismo, porque ha mutado, de
tal manera que ha atacado a los seres humanos mediante los subtipos A
(H5N1), A (H3N2) y A (H2N2). Pero la Influenza Aviar o de las
aves ha preocupado a la OMS a partir de que en 1997 los subtipos A (H5N1) y A
(H3N2) han atacado a millones de aves de corral en el continente asiático y han
fallecido 53 de 97 humanos relacionados estrechamente por su trabajo con las
aves infectadas.
El expositor hizo énfasis en la velocidad de la
transmisión del virus en la actualidad, pues en cuatro días podría circular por
todo el planeta. También recordó la estructura del microorganismo y su forma de
actuar, los tipos y subtipos de virus y los tipos de Influenza, los signos y
síntomas de la enfermedad y las medidas ya conocidas de prevención. Destacó que
la vacuna está dirigida principalmente a los niños menores de 5 años y para las
personas de 60 y más años y que dicho biológico para la temporada invernal 2011-2012, cumple estrictamente con las
recomendaciones de la OMS; comentó que los mitos más conocidos son: “No me vacuno porque estoy
enfermo”; “me aplicaron la vacuna y me dio gripa”; “no acepto la vacuna porque se elabora con células
cancerosas”; “el personal de salud rechaza la
vacunación por el riesgo del Síndrome de
Guillaín Barré”. En este último caso el riesgo estimado de presentar tal
Síndrome es de 1 ó 2 casos por millón de vacunados, 10 veces menor que al
enfermar de influenza. Así mismo, señaló que la vacunación previene:
72% de las hospitalizaciones en grupos vulnerables, el número de visitas a
clínicas, el uso inapropiado de antibióticos y el 87% de las muertes provocadas
por esta enfermedad en grupos vulnerables.
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