Homofobia.

“Me llené de pánico, sentí asco, no entendí qué estaba pasando con mi hija cuando me enteré que era lesbiana”; “sentí que todo se desplomó en mi vida, se creó en mi un complejo de culpa y pensé que era producto de nuestro descuido como padres”; “creí que era un castigo divino y entonces rogué a Dios ¡castígame a mi y no a mi hija!”; “al saber que mi hijo era gay me quedé muda, no lo podía resistir, pensé en matarme y en matarlo”; “a tanto insistir uno de nuestros hijos ya nos había confesado que era gay y luego de someternos a terapia de familia y grupal, cuando el segundo de nuestros hijos varones también se declaró homosexual, fue fatal, el tiro de gracia”. Palabras más, palabras menos, estas son algunas de las expresiones manifestadas por varios padres de familia, que aceptaron participar con sus testimonios en un video cuyo tema central es la Homofobia, material que con el patrocinio del Centro Nacional para la prevención y control del SIDA (CENSIDA), fue producido con el apoyo de la Fundación hacia un sentido de la vida, A.C. (Funsevida) y Grupo Letra “S”, Cuenta conmigo Jóvenes GLBT y familias.

En el video de referencia los padres de familia comentan que luego de recibir ayuda se integraron a grupos de apoyo mutuo, lo que les permitió convencerse de que estaban en un error y terminan por expresar, convencidos, que el amor por sus hijos les permitió aceptar su condición de homofobia y entender su realidad. Los siguientes datos, nos pueden dar una idea del grado de homofobia que se vive en México: 66% de la población encuestada señaló que no compartiría el techo con una persona homosexual; 71% de los jóvenes no apoyaría los derechos de los homosexuales; 21% no ha sido contratado en un trabajo por ser homosexual y el 30% de los homosexuales ha sido acosado por la policía. Mario Reyes, Letra “S”, El estigma de la subversión.

La homosexualidad es más frecuente de lo que podría esperarse; este hecho quedó demostrado cuando se agotó en tiempo record el libro de Rinna Riesenfeld “Papá, mamá, soy gay” , el cual fue adquirido principalmente por miles de padres y madres de familia que viven esa experiencia y que buscan por cualquier medio ayuda e información que les oriente y les de una explicación objetiva  y les ayude a quitarse de encima el problema que representa una enorme carga emocional y que altera su vida familiar. En su magnífico libro “Políticas de disidencia sexual en América Latina”. Colección: Sexualidad y Sociedad. Ediciones Eón. 2011, Héctor Miguel Salinas Hernández, trata este importante tema, el de la homofobia, de manera amplia a partir de la definición publicada por la Organización Panamericana de la Salud en el 2006 y de los datos más recientes relacionados con la extrema violencia que se vive en más de 70 países del mundo en los que el propio Estado, por acción u omisión, permite su observancia a grado tal que en ocho países, sobre todo del continente asiático, se castiga con la pena de muerte a los homosexuales. Por cierto Salinas Hernández participó en nuestra ciudad en un foro organizado por las ONG´S, con motivo del Día Internacional contra la Homofobia el pasado 17 de este mes.

El tema que comento en este artículo es sumamente amplio pero no puedo dejar de recordar que desde 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría canceló a la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales, lo digo por aquellos que todavía piensan lo contrario sin fundamento científico alguno. También es conveniente mencionar que de acuerdo a nuestra carta magna, la discriminación es cualquier acción que tenga como objeto negar, anular, restringir, limitar derechos legítimos de las personas, o preferir a una persona sobre otra por razones como sexo, edad, color de piel, preferencia sexual, condiciones de salud y cualquier otra que atente contra la dignidad humana.

Este concepto es abordado excelentemente en el Breve glosario sobre diversidad sexual del Centro Nacional para la prevención y control del SIDA (CENSIDA). 2011, documento muy recomendable para todos los servidores públicos y para la población en general. Les invito a profundizar sobre el tema para que  actuemos en consecuencia.