¿Por qué a mí?
Con motivo del
pasado Día del Padre, mi hija, que radica en la bellísima Ciudad de Querétaro,
me envió un paquete con varios obsequios, uno de ellos fue el libro ¿Por qué a
mí? Diario de un condenado, de Víctor Hugo Rascón Banda de Editorial Grijalbo,
marzo 2007. Le hablé por teléfono enseguida para agradecerle sus regalos y en
particular el libro, por mi afición a la lectura, y a pesar de que tenía empezadas dos
excelentes publicaciones, la misma noche del día en que lo recibí inicié su
lectura. Ya lo concluí; se trata de un texto de 252 páginas, sumamente ágil y
ameno pero sobre todo conmovedor.
Rascón Banda nació
el 6 de agosto de 1948 en Uruáchic, pueblo minero de la sierra de Chihuahua;
por cuestiones del destino se trasladó muy joven a la Ciudad de México donde se
graduó de abogado en la UNAM y en esa misma casa de estudios realizó la
maestría y el doctorado en derecho; su preparación profesional le permitió
desempeñarse por más de dos décadas en elevados puestos directivos en Banca
Cremi y en Banco Unión, pero lo más asombroso es que por separado desarrolló
toda una carrera literaria, integrándose a los talleres de dramaturgia de
Vicente Leñero y Hugo Arguelles, y tuvo clases de dirección escénica con Héctor
Azar, convirtiéndose en excelente dramaturgo, guionista de cine y escritor, de
ahí que fuera ampliamente reconocido en el medio cultural y artístico y de que
sus obras de teatro fueran puestas en escena una y otra vez.
Pero que tiene de
particular su libro ¿Por qué a mí?, por que esa es la pregunta que se hizo el
autor cuando por primera vez su médico le da a conocer el diagnóstico de la
enfermedad que padece: Leucemia Linfocítica Crónica. Y esa pregunta la repite
mil veces revolcándose esa noche en su cama, como él mismo lo narra,
cuestionándose que no fumaba, no ingería bebidas alcohólicas, dormía siete
horas, su alimentación era a base de una dieta balanceada, que todos los días
asistía al gimnasio del Banco para correr en la banda y levantaba pesas, además
de correr diez kilómetros en el Bosque de Chapultepec. ¿Por qué a mí y no a
otros?, expresa lacónicamente al mismo tiempo que hace un repaso de ciertos
personajes que a su parecer debieran ser ellos y no él los atacados por esa
maligna enfermedad.
En el capítulo ¿De
dónde viene el cáncer?, hace un repaso muy amplio de las personas que han
fallecido de algún tipo de neoplasia, familiares muchas de ellas, pero también
de hombres y mujeres famosos, nacionales y extranjeros, del mundo del arte y de
las letras. El libro se convierte en una especie de diario, con crónicas de las
difíciles experiencias que vive día con día el autor, escritas a veces con
humor y no pocas ocasiones con dolor. Es una historia que describe la manera de
cómo investigó esta última y su lucha como gato boca arriba para negarse a
morir.
Conmueve, casi al
finalizar el libro, el capítulo intitulado “La carta del doctor Pizzuto”, en el
que aparecen las principales enfermedades y complicaciones que desarrolló el
autor: Leucemia Linfocítica crónica; Anemia Hemolítica Autoinmune Secundaria ,
Aplasia pura de serie roja, Neumonía por Aspergillus, Neumonía por Nocardiosis,
Neumopatía crónica, Síndrome Mioelodisplásico Trilineal Secundario, Linfoma No
Hodgkin de células B, Diabetes mellitus, Inmunodepresión mixta, Nefropatía
Crónica Secundaria, Sinusitis Crónica Secundaria Agudizada y Osteoporosis
Secundaria Severa. En la misma carta también se describe el amplísimo
tratamiento a que estaba sujeto y al final aparece una dramática nota del autor
en la que señala que la carta del Dr. Pizzuto no menciona que el tratamiento
mensual importa la cantidad de 120 mil pesos mensuales, gastos catastróficos
que casi lo llevaron a la quiebra económica pues…”Desde ahora viviré para
trabajar y para pagar mis medicamentos. ¿Pero cuánto tiempo?”
Rascón Banda
falleció el 31 de julio del 2008 luego de una larga lucha de 15 años, con
ingresos y estancias prolongadas en el Hospital ABC. En el penúltimo capítulo
de su libro señala: “Dicen que lucho por vivir, que doy una fuerte batalla para
no morir. Temo desilusionarlos si les confieso la verdad. Yo no hago nada”.
Descanse en paz.
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