Mujer y alcoholismo
No es de sorprender la noticia de que ahora las mujeres superan a los varones en el consumo de bebidas embriagantes, cuando observamos que en los últimos años las jovencitas y otras no tanto, asisten con asiduidad y cada vez con mayor frecuencia, a los sitios donde el consumo de licores y cervezas es el común denominador. Para muestra basta un botón, dice el viejo refrán, pues en nuestra ciudad el turismo que nos visita cada fin de semana o en los periodos feriados de la llamada temporada alta, se da cuenta que nuestro andador turístico se convierte en ciertos sitios por la noche en una cantina al aire libre, donde jóvenes sin control alguno se pasean, vaso en mano con su bebida predilecta <se divierten dicen ellos> y con la otra mantienen un cigarrillo encendido, el que consumen con avidez para iniciar otro. Pero además, en las calles aledañas a dicho andador existen una serie de establecimientos, antros, comentan quienes los visitan, en los que además de la música con un volumen por arriba de los decibeles permitidos, también domina el ambiente la venta de cerveza y toda clase de licores preparados. Es común que tales negocios se saturen de jóvenes de ambos sexos, sobre todo los fines de semana, a partir del día jueves y que permanezcan abiertos o en servicio hasta altas horas del día siguiente.
Posiblemente las nuevas generaciones han de creer que dicho tipo de entretenimiento es lo más normal, acudiendo casi en tropel a embriagarse grupos de jovencitas y jovencitos bajo el consentimiento de sus padres, los que seguramente piensan también que es lo más común y moderno, aunque aquí es justo hacer notar que hay quienes ponen límites y no permiten a sus hijos que los rebasen. Cuántas veces Usted y yo, nuestra familia, hemos visto el espectáculo que dan las jóvenes damas y los varones saliendo de esos antros sin poder mantener la vertical, teniendo que verse apoyados por sus amigos de juerga. Lo peor es verlos salir hasta con media botella de licor en la mano a las seis de la mañana, cuando ya casi amanece o encontrarlos todavía en plena tertulia dentro o al lado de sus automóviles, cuando ya se ha iniciado un nuevo día, mientras algunas personas se dirigen a sus diarias actividades y otras le dedican un tiempo al sano ejercicio aeróbico.
El incremento del alcoholismo en estos tiempos es verdaderamente alarmante; cualquier pretexto es bueno para ingerir bebidas embriagantes y si se trata de festejar hay dos meses en los que la industrias cervecera y vitivinícola nos inundan con la promoción de sus productos por todos los medios de comunicación a su alcance; ellos son el mes patrio, septiembre, y el esperado diciembre, por los infaltables convivios, las posadas, el festejo del fin de año y la llegada del siguiente. En ambos meses las tiendas de autoservicio seducen a sus clientes con ofertas tentadoras, colocando las botellas de licores en impresionantes torres en sitios estratégicos. Ahora mismo podemos observar sendos espectaculares en donde una importante empresa cervecera afirma tajantemente que “era cuestión de tiempo” para que llegara a nosotros una novedad de la firma; otra expresa algo así como “una nueva cerveza <con un nombre atractivo>…por ti”.
Pero en el transcurso del año los bebedores consuetudinarios y los llamados “bebedores sociales” de cada fin de semana se observan por todas partes; en festejos privados, restaurantes con o sin bar, “centros botaneros”, y no se diga, como es lógico, en las cantinas. Lo preocupante es que ahora es la mujer quien está iniciándose desde muy corta edad en la ingesta de bebidas alcohólicas. De ahí la trascendencia de la XIX Semana Nacional de Información contra el Alcoholismo “Compartiendo esfuerzos”, cuyo tema central es “Mujer y alcoholismo” y su lema: “¡Estamos contigo, México te necesita!”. En el acto inaugural el Dr. Leopoldo Manuel Cruz Canseco, Comisionado Estatal Contra las Adicciones y el delegado del Área Oaxaca de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, hicieron un vehemente llamado a la sociedad oaxaqueña para que intervengamos con decisión para detener este grave problema de salud pública.
Posiblemente las nuevas generaciones han de creer que dicho tipo de entretenimiento es lo más normal, acudiendo casi en tropel a embriagarse grupos de jovencitas y jovencitos bajo el consentimiento de sus padres, los que seguramente piensan también que es lo más común y moderno, aunque aquí es justo hacer notar que hay quienes ponen límites y no permiten a sus hijos que los rebasen. Cuántas veces Usted y yo, nuestra familia, hemos visto el espectáculo que dan las jóvenes damas y los varones saliendo de esos antros sin poder mantener la vertical, teniendo que verse apoyados por sus amigos de juerga. Lo peor es verlos salir hasta con media botella de licor en la mano a las seis de la mañana, cuando ya casi amanece o encontrarlos todavía en plena tertulia dentro o al lado de sus automóviles, cuando ya se ha iniciado un nuevo día, mientras algunas personas se dirigen a sus diarias actividades y otras le dedican un tiempo al sano ejercicio aeróbico.
El incremento del alcoholismo en estos tiempos es verdaderamente alarmante; cualquier pretexto es bueno para ingerir bebidas embriagantes y si se trata de festejar hay dos meses en los que la industrias cervecera y vitivinícola nos inundan con la promoción de sus productos por todos los medios de comunicación a su alcance; ellos son el mes patrio, septiembre, y el esperado diciembre, por los infaltables convivios, las posadas, el festejo del fin de año y la llegada del siguiente. En ambos meses las tiendas de autoservicio seducen a sus clientes con ofertas tentadoras, colocando las botellas de licores en impresionantes torres en sitios estratégicos. Ahora mismo podemos observar sendos espectaculares en donde una importante empresa cervecera afirma tajantemente que “era cuestión de tiempo” para que llegara a nosotros una novedad de la firma; otra expresa algo así como “una nueva cerveza <con un nombre atractivo>…por ti”.
Pero en el transcurso del año los bebedores consuetudinarios y los llamados “bebedores sociales” de cada fin de semana se observan por todas partes; en festejos privados, restaurantes con o sin bar, “centros botaneros”, y no se diga, como es lógico, en las cantinas. Lo preocupante es que ahora es la mujer quien está iniciándose desde muy corta edad en la ingesta de bebidas alcohólicas. De ahí la trascendencia de la XIX Semana Nacional de Información contra el Alcoholismo “Compartiendo esfuerzos”, cuyo tema central es “Mujer y alcoholismo” y su lema: “¡Estamos contigo, México te necesita!”. En el acto inaugural el Dr. Leopoldo Manuel Cruz Canseco, Comisionado Estatal Contra las Adicciones y el delegado del Área Oaxaca de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, hicieron un vehemente llamado a la sociedad oaxaqueña para que intervengamos con decisión para detener este grave problema de salud pública.
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