La especialidad médica más feliz.
En fecha reciente, la Dra. Mary Carmen Amigo Castañeda, Coordinadora de Reumatología del Centro Médico ABC en la Ciudad de México, comentó que el Dr. Jim O´ Dell, Reumatólogo de los Estados Unidos, publicó en el año 2012, los resultados de una encuesta de Medscape aplicada a más de 292 mil médicos. Como dato curioso resultó que los reumatólogos eran los especialistas más felices, lo que lo llevó a preguntar a sus colegas los motivos para que esto ocurra; he aquí las 10 razones del porqué son los especialistas más felices:
1. Tenemos control de nuestras vidas, práctica médica y tiempo. Por lo tanto, la mayoría sabe los nombres de sus hijos.
2. Atendemos y logramos relaciones a largo plazo con nuestros pacientes.
3. Somos “diagnosticadores” (los “Sherlock Holmes”).
4. Hoy en día, contamos con excelentes tratamientos que dan iguales resultados.
5. La Reumatología atrae a la gente feliz.
6. Recibimos muchos abrazos de nuestros pacientes.
7. Practicamos el arte y la ciencia de la medicina.
8. Atendemos a la persona, no al órgano.
9. Atendemos a individuos de todas las edades.
10. No pagamos tantos impuestos como otros colegas (ganamos menos).
Me resultó de especial interés el tema, pues jamás imaginé respecto de lo feliz o no que podrían ser los médicos de una determinada especialidad, pero además, porque la Reumatología es, hasta cierto punto desconocida para la mayor parte de la población de nuestro país, lo que da como resultado una gran ignorancia acerca de la misma. Por ello, la propia Dra. Amigo Castañeda nos dice que su especialidad atiende los trastornos y enfermedades del aparato locomotor, que es una disciplina muy amplia y que se ocupa de casi 200 enfermedades. Enfatiza en que existen otras especialidades cuyo objeto de atención también es dicho aparato, como es el caso de la Traumatología y Ortopedia y la Medicina Física y Rehabilitación, aunque la diferencia estriba en que estas estudian las enfermedades desde una perspectiva diferente, quirúrgica o de tratamientos físicos y de recuperación funcional de los pacientes.
La ignorancia a la que me referí es tal que cualquier persona nos diría que el reumatólogo es el médico que cura “las reumas” y los dolores, generalmente en las personas de la tercera edad. Pero la realidad es que esta especialidad es una rama de la Medicina Interna, una de las cuatro especialidades que integran el tronco común en la formación del médico; sin embargo, la diversidad de los padecimientos reumáticos es muy variada y sumamente amplia, además de que pueden aparecer en cualquier etapa de la vida, desde de la niñez hasta le vejez. Así, las causas incluyen problemas de origen metabólico como la gota; degenerativos, como sucede con la osteoartrosis; inflamatorios como ocurre con la artritis reumatoide y la espóndiloartritis; autoinmunes como el lupus, escleroderma y las vasculitis primarias. Más recientemente se considera al Síndrome de Anticuerpos Antifosfolípidos (SAF), descrito en pacientes con lupus, aunque se admite que puede ser un síndrome primario. El especialista en Reumatología generalmente no actúa solo, pues casi siempre se apoya con otros especialistas para trabajar en equipo.
Es frecuente escuchar que las enfermedades reumáticas se vuelven crónicas y no tienen curación; a pesar de ello los reumatólogos disponen actualmente de tratamientos de avanzada, combinaciones de fármacos o terapias biológicas que son dirigidas a células o moléculas, por lo que con tal terapéutica se ha modificado la calidad de vida de los pacientes que se sujetan a un buen control. Bien expresa la Dra. Amigo que el reumatólogo es un acucioso observador de sus pacientes desde que entra al consultorio, pues gracias a ello se da cuenta de la presencia de eritema en alas de mariposa, de alopecia, del tipo de marcha y de la actitud, y sus manos son capaces de percibir la inflamación articular, la dureza de la piel, la debilidad muscular o la existencia de nódulos. Por último, según datos recientes dados a conocer por el Consejo Mexicano de Reumatología, en México existen 792 reumatólogos de adultos y 58 reumatólogos pediatras. Únicamente no hay ninguno en el Estado de Tlaxcala.
1. Tenemos control de nuestras vidas, práctica médica y tiempo. Por lo tanto, la mayoría sabe los nombres de sus hijos.
2. Atendemos y logramos relaciones a largo plazo con nuestros pacientes.
3. Somos “diagnosticadores” (los “Sherlock Holmes”).
4. Hoy en día, contamos con excelentes tratamientos que dan iguales resultados.
5. La Reumatología atrae a la gente feliz.
6. Recibimos muchos abrazos de nuestros pacientes.
7. Practicamos el arte y la ciencia de la medicina.
8. Atendemos a la persona, no al órgano.
9. Atendemos a individuos de todas las edades.
10. No pagamos tantos impuestos como otros colegas (ganamos menos).
Me resultó de especial interés el tema, pues jamás imaginé respecto de lo feliz o no que podrían ser los médicos de una determinada especialidad, pero además, porque la Reumatología es, hasta cierto punto desconocida para la mayor parte de la población de nuestro país, lo que da como resultado una gran ignorancia acerca de la misma. Por ello, la propia Dra. Amigo Castañeda nos dice que su especialidad atiende los trastornos y enfermedades del aparato locomotor, que es una disciplina muy amplia y que se ocupa de casi 200 enfermedades. Enfatiza en que existen otras especialidades cuyo objeto de atención también es dicho aparato, como es el caso de la Traumatología y Ortopedia y la Medicina Física y Rehabilitación, aunque la diferencia estriba en que estas estudian las enfermedades desde una perspectiva diferente, quirúrgica o de tratamientos físicos y de recuperación funcional de los pacientes.
La ignorancia a la que me referí es tal que cualquier persona nos diría que el reumatólogo es el médico que cura “las reumas” y los dolores, generalmente en las personas de la tercera edad. Pero la realidad es que esta especialidad es una rama de la Medicina Interna, una de las cuatro especialidades que integran el tronco común en la formación del médico; sin embargo, la diversidad de los padecimientos reumáticos es muy variada y sumamente amplia, además de que pueden aparecer en cualquier etapa de la vida, desde de la niñez hasta le vejez. Así, las causas incluyen problemas de origen metabólico como la gota; degenerativos, como sucede con la osteoartrosis; inflamatorios como ocurre con la artritis reumatoide y la espóndiloartritis; autoinmunes como el lupus, escleroderma y las vasculitis primarias. Más recientemente se considera al Síndrome de Anticuerpos Antifosfolípidos (SAF), descrito en pacientes con lupus, aunque se admite que puede ser un síndrome primario. El especialista en Reumatología generalmente no actúa solo, pues casi siempre se apoya con otros especialistas para trabajar en equipo.
Es frecuente escuchar que las enfermedades reumáticas se vuelven crónicas y no tienen curación; a pesar de ello los reumatólogos disponen actualmente de tratamientos de avanzada, combinaciones de fármacos o terapias biológicas que son dirigidas a células o moléculas, por lo que con tal terapéutica se ha modificado la calidad de vida de los pacientes que se sujetan a un buen control. Bien expresa la Dra. Amigo que el reumatólogo es un acucioso observador de sus pacientes desde que entra al consultorio, pues gracias a ello se da cuenta de la presencia de eritema en alas de mariposa, de alopecia, del tipo de marcha y de la actitud, y sus manos son capaces de percibir la inflamación articular, la dureza de la piel, la debilidad muscular o la existencia de nódulos. Por último, según datos recientes dados a conocer por el Consejo Mexicano de Reumatología, en México existen 792 reumatólogos de adultos y 58 reumatólogos pediatras. Únicamente no hay ninguno en el Estado de Tlaxcala.
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