Mi experiencia en la URSE.
Conocí el campus mater de la Universidad Regional del Sureste a principios de los años 80´s. cuando su primer Rector, el Dr. Carlos Aranda Villamayor me invitó a ofrecer una conferencia a los alumnos de la entonces Escuela de Medicina y Cirugía. Localizado en la colonia Miguel Alemán, estaba muy lejos de ser lo que es hoy, pues los inmuebles y equipamiento en donde se desarrollaba cada día el proceso enseñanza-aprendizaje, verdaderamente daban pena. Sin embargo, en aquella ocasión en que el propio Dr. Aranda me acompañó durante mi disertación, me di cuenta de que los estudiantes que asistieron se mostraban con gran entusiasmo e interés, de tal manera que las condiciones físicas del plantel no les hacían mella alguna en su ánimo e interés por su formación.
Con el Dr. Aranda mantuve una amistad que perduró hasta su prematuro fallecimiento; incluso, ambos fuimos víctimas de un accidente automovilístico cuando retornábamos de una reunión celebrada en Matías Romero y yo era el conductor del vehículo; años después, en 1998, me invitó a la presentación de su libro “Estadística Descriptiva”, siendo uno de los comentaristas del mismo.
En el ínterin de este suceso, el “gusanito” por la docencia me llevó a impartir la materia Administración Médica a los alumnos de 4º año, actividad que desarrollé con gusto y pasión de 1987 a 1993, teniendo que verme en la necesidad de suspender mis clases por los compromisos adquiridos en los puestos que venía desempeñando en los Servicios de Salud de Oaxaca <SSO>, los que cada vez más ocupaban la mayor parte de mi tiempo. Cuando tomé la decisión de jubilarme de los SSO en el mes de junio del 2006, tras 33 años ininterrumpidos de trabajo, volví a la URSE, para tratar de ocupar mi tiempo otra vez en actividades docentes; sí lo hice, pero con una sola materia y un solo grupo, pues me convenció el Dr. Ismael Arjona Sánchez, Director en funciones de la ahora Facultad de Medicina y Cirugía, de que lo apoyara como titular de la Coordinación Académica de Ciclos Clínicos y posteriormente con la Coordinación Administrativa; entre ambas acumulé poco más de dos años. Con el Dr. Arjona me unía una amistad desde hacía algunos años y ello permitió un magnífico entendimiento de jefe y subordinado, afianzándose más nuestra relación en ese tiempo. Por una septicemia que me tuvo al borde de la muerte tomé la decisión de renunciar al último cargo, y cuando me pude recuperar volví a las actividades docentes, dividiendo mi tiempo entre las dos Facultades de Medicina y Cirugía, la pública y la privada.
A fines del 2008 la Dra. Gabriela Velásquez Rosas, Directora General del Coesida Capasits me dio la oportunidad de incorporarme a su equipo de trabajo como Jefe del Departamento de Capacitación, responsabilidad que desempeñé durante cinco años y de la que guardo gratísimos recuerdos. Fue muy difícil la decisión de renunciar al puesto en el Coesida, pues sentía que era mucho lo que perdía, pero surgió de súbito la posibilidad de dirigir la Facultad de Medicina y Cirugía de la URSE. Mucho tuvo que ver en ello mi amigo, el Dr. Hugo Ramírez Cervantes. El reto que significaba llevar a dicho plantel escolar a su segunda acreditación fue sumamente motivante y por ello acepté esa nueva responsabilidad, no sin antes pedirle al Rector, el Dr. Benjamín Alonso Smith Arango, que también se contratara al Dr. Ramírez Cervantes para que me acompañara en calidad de asesor en esa gran aventura. Con su apoyo, el de las autoridades de la Universidad y el de todo un equipo de trabajo, profesores y alumnos logramos el objetivo, de tal manera que la Facultad está acreditada del 2016 al 2021.
Han pasado casi tres años de dirigir a esta última, pero causas de fuerza mayor, me han obligado a renunciar con fecha 31 de diciembre de este año, y ha sido aceptada mi petición. Siento una gran nostalgia por dejar todo lo que significa la convivencia diaria en el campus El Rosario, con los alumnos en formación, profesores y personal directivo y administrativo. Me siento muy agradecido con las autoridades de la Universidad, por los apoyos que me brindaron, pero así son las decisiones que hay que tomar en la vida. Gracias a Dios por todo lo que me ha dado.
Con el Dr. Aranda mantuve una amistad que perduró hasta su prematuro fallecimiento; incluso, ambos fuimos víctimas de un accidente automovilístico cuando retornábamos de una reunión celebrada en Matías Romero y yo era el conductor del vehículo; años después, en 1998, me invitó a la presentación de su libro “Estadística Descriptiva”, siendo uno de los comentaristas del mismo.
En el ínterin de este suceso, el “gusanito” por la docencia me llevó a impartir la materia Administración Médica a los alumnos de 4º año, actividad que desarrollé con gusto y pasión de 1987 a 1993, teniendo que verme en la necesidad de suspender mis clases por los compromisos adquiridos en los puestos que venía desempeñando en los Servicios de Salud de Oaxaca <SSO>, los que cada vez más ocupaban la mayor parte de mi tiempo. Cuando tomé la decisión de jubilarme de los SSO en el mes de junio del 2006, tras 33 años ininterrumpidos de trabajo, volví a la URSE, para tratar de ocupar mi tiempo otra vez en actividades docentes; sí lo hice, pero con una sola materia y un solo grupo, pues me convenció el Dr. Ismael Arjona Sánchez, Director en funciones de la ahora Facultad de Medicina y Cirugía, de que lo apoyara como titular de la Coordinación Académica de Ciclos Clínicos y posteriormente con la Coordinación Administrativa; entre ambas acumulé poco más de dos años. Con el Dr. Arjona me unía una amistad desde hacía algunos años y ello permitió un magnífico entendimiento de jefe y subordinado, afianzándose más nuestra relación en ese tiempo. Por una septicemia que me tuvo al borde de la muerte tomé la decisión de renunciar al último cargo, y cuando me pude recuperar volví a las actividades docentes, dividiendo mi tiempo entre las dos Facultades de Medicina y Cirugía, la pública y la privada.
A fines del 2008 la Dra. Gabriela Velásquez Rosas, Directora General del Coesida Capasits me dio la oportunidad de incorporarme a su equipo de trabajo como Jefe del Departamento de Capacitación, responsabilidad que desempeñé durante cinco años y de la que guardo gratísimos recuerdos. Fue muy difícil la decisión de renunciar al puesto en el Coesida, pues sentía que era mucho lo que perdía, pero surgió de súbito la posibilidad de dirigir la Facultad de Medicina y Cirugía de la URSE. Mucho tuvo que ver en ello mi amigo, el Dr. Hugo Ramírez Cervantes. El reto que significaba llevar a dicho plantel escolar a su segunda acreditación fue sumamente motivante y por ello acepté esa nueva responsabilidad, no sin antes pedirle al Rector, el Dr. Benjamín Alonso Smith Arango, que también se contratara al Dr. Ramírez Cervantes para que me acompañara en calidad de asesor en esa gran aventura. Con su apoyo, el de las autoridades de la Universidad y el de todo un equipo de trabajo, profesores y alumnos logramos el objetivo, de tal manera que la Facultad está acreditada del 2016 al 2021.
Han pasado casi tres años de dirigir a esta última, pero causas de fuerza mayor, me han obligado a renunciar con fecha 31 de diciembre de este año, y ha sido aceptada mi petición. Siento una gran nostalgia por dejar todo lo que significa la convivencia diaria en el campus El Rosario, con los alumnos en formación, profesores y personal directivo y administrativo. Me siento muy agradecido con las autoridades de la Universidad, por los apoyos que me brindaron, pero así son las decisiones que hay que tomar en la vida. Gracias a Dios por todo lo que me ha dado.
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