¡Gracias!
Para introducir el presente artículo, encontré tres frases de otros tantos personajes célebres, que sirven para expresar lo que queremos transmitir los propietarios de los predios beneficiados con las recientes obras de repavimentación de las calles de nuestro sector en la Colonia Reforma. Precisó el Dalai Lama que “La raíz de todo bien reposa en la tierra de la gratitud.”; a la vez que Marco Tulio Cicerón señaló: “Tal vez la gratitud no sea la virtud más importante, pero sí es la madre de todas las demás”, y finalmente Albert Einstein, plasmó su inteligencia y sabiduría cuando dijo: “Solo hay dos formas de vivir la vida: una, es pensando que nada es un milagro y la otra, es creer que todo lo es”. Y así, con la profundidad de estas últimas palabras, hemos pasado, los vecinos, de la incredulidad por las repetidas negativas a la justa demanda que hicimos a las autoridades municipales de las últimas administraciones, a la certeza, que no milagro, de que lo logrado ha sido obra de nuestra constancia, pero que fundamentalmente se debe atribuir a la sensibilidad de quien conduce los destinos de Oaxaca de Juárez, el Lic. José Antonio Hernández Fraguas. Sabíamos que no nos iba a fallar; así lo expresé en mi artículo “Respuesta inmediata”, del pasado 28 de enero.
En ese tenor, también busqué en Wikipedia el significado de la palabra gratitud, de tal forma que en esa multisolicitada página de internet se precisa que es un sentimiento, emoción o actitud de reconocimiento de un beneficio que se ha recibido o se recibirá. Y nosotros, los beneficiados, a quien con gusto de alguna manera represento, como un ciudadano más, sin nombramiento alguno y sin ningún tipo de comisión, no podemos soslayar lo que representa la formidable obra que recién nos ha sido entregada por el propio presidente de nuestro municipio. Quede constancia que no somos como aquellos a quienes se refiere San Lucas en su Evangelio, cuando relata que… “De camino hacia Jerusalén, Jesús pasaba entre Samaria y Galilea. Al entrar en una aldea vinieron a su encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia y comenzaron a gritar: <Jesús, maestro, ten piedad de nosotros> Él, al verlos, les dijo: <Vayan a presentarse a los sacerdotes>. Y mientras iban de camino quedaron limpios. Uno de ellos, al verse curado, volvió alabando a Dios en alta voz, y se postró a los pies de Jesús dándole gracias. Era un samaritano. Jesús preguntó: “¿No quedaron limpios los diez? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Tan sólo ha vuelto a dar gracias a Dios este extranjero?” Y le dijo: <Levántate, vete; tu fe te ha salvado.>”
Hoy, nuestras calles de Azucenas, Prolongación de Eucaliptos, Gardenias y privada de Gardenias, lucen como hace 30 años, lo que ha traído como consecuencia una mejora en nuestro estado de ánimo, una disminución ostensible del polvo circulante que ya se filtraba de manera perniciosa todos los días a nuestros domicilios, afectando la salud de las familias, principalmente de los niños, personas de edad avanzada y a quienes padecen alguna enfermedad del tracto respiratorio o de tipo alérgico. Este cambio en nuestras vidas nos ha llevado a eliminar el polvo de nuestros bienes, a realizar acciones de rehabilitación de las viviendas como es la pintura de las fachadas y el cambio del tramo de banqueta que le corresponde a cada predio.
Naturalmente que nos asumimos como habitantes privilegiados de nuestro municipio, pues observamos las condiciones en que se encuentran las calles de no pocas de los casi tres centenares de colonias de la capital del Estado; entendemos que los recursos presupuestados para este tipo de obras son escasos y no alcanzan para todos, más aún cuando el periodo de una administración municipal es tan solo de tres años, de ahí que valoramos en gran medida el apoyo que se nos ha brindado.
Finalmente, la palabra Namasté, es originaria de una lengua bella y ancestral conocida como sánscrito, que encierra por sí misma una serie de conceptos que la han hecho universal. Al pronunciarlo se le están dando las gracias a otra persona y se reconoce el acto que haya hecho. Lic. Hernández Fraguas, ¡Namasté! a Usted, y también a su equipo de trabajo.
En ese tenor, también busqué en Wikipedia el significado de la palabra gratitud, de tal forma que en esa multisolicitada página de internet se precisa que es un sentimiento, emoción o actitud de reconocimiento de un beneficio que se ha recibido o se recibirá. Y nosotros, los beneficiados, a quien con gusto de alguna manera represento, como un ciudadano más, sin nombramiento alguno y sin ningún tipo de comisión, no podemos soslayar lo que representa la formidable obra que recién nos ha sido entregada por el propio presidente de nuestro municipio. Quede constancia que no somos como aquellos a quienes se refiere San Lucas en su Evangelio, cuando relata que… “De camino hacia Jerusalén, Jesús pasaba entre Samaria y Galilea. Al entrar en una aldea vinieron a su encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia y comenzaron a gritar: <Jesús, maestro, ten piedad de nosotros> Él, al verlos, les dijo: <Vayan a presentarse a los sacerdotes>. Y mientras iban de camino quedaron limpios. Uno de ellos, al verse curado, volvió alabando a Dios en alta voz, y se postró a los pies de Jesús dándole gracias. Era un samaritano. Jesús preguntó: “¿No quedaron limpios los diez? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Tan sólo ha vuelto a dar gracias a Dios este extranjero?” Y le dijo: <Levántate, vete; tu fe te ha salvado.>”
Hoy, nuestras calles de Azucenas, Prolongación de Eucaliptos, Gardenias y privada de Gardenias, lucen como hace 30 años, lo que ha traído como consecuencia una mejora en nuestro estado de ánimo, una disminución ostensible del polvo circulante que ya se filtraba de manera perniciosa todos los días a nuestros domicilios, afectando la salud de las familias, principalmente de los niños, personas de edad avanzada y a quienes padecen alguna enfermedad del tracto respiratorio o de tipo alérgico. Este cambio en nuestras vidas nos ha llevado a eliminar el polvo de nuestros bienes, a realizar acciones de rehabilitación de las viviendas como es la pintura de las fachadas y el cambio del tramo de banqueta que le corresponde a cada predio.
Naturalmente que nos asumimos como habitantes privilegiados de nuestro municipio, pues observamos las condiciones en que se encuentran las calles de no pocas de los casi tres centenares de colonias de la capital del Estado; entendemos que los recursos presupuestados para este tipo de obras son escasos y no alcanzan para todos, más aún cuando el periodo de una administración municipal es tan solo de tres años, de ahí que valoramos en gran medida el apoyo que se nos ha brindado.
Finalmente, la palabra Namasté, es originaria de una lengua bella y ancestral conocida como sánscrito, que encierra por sí misma una serie de conceptos que la han hecho universal. Al pronunciarlo se le están dando las gracias a otra persona y se reconoce el acto que haya hecho. Lic. Hernández Fraguas, ¡Namasté! a Usted, y también a su equipo de trabajo.
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