Situación actual del Sida
La evolución histórica del Sida en el mundo en los últimos 36 años ha sido verdaderamente impresionante por diversos motivos: porque su aparición fue extraordinariamente desconcertante para la ciencia médica, pues donde ocurrieron los primeros casos en los Estados Unidos no se tenía ni idea de qué se trataba; casi de inmediato se consideró un proceso mórbido exclusivo de hombres homosexuales, los que irremediablemente fallecían, víctimas de las complicaciones de enfermedades oportunistas y ese carácter letal produjo miedo, mucho miedo, hasta en el personal que trabajaba en los hospitales donde fueron atendidos tales pacientes; como consecuencia del temor se generó una ola salvaje de discriminación que afectó, primero a los homosexuales y posteriormente a toda persona que hubiera adquirido el fatal microorganismo, niños y adultos, hombres y mujeres, porque llegó el momento en que se demostró que no era un problema propio de homosexuales.
Los investigadores Luc Montagnier, francés, y Roberto Gallo, estadounidense, con sus colaboradores, demostraron casi de manera simultánea en 1984, que un virus, un retrovirus, era el causante de lo que se denominaría Sida, Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, por lo que dicho parásito intracelular pasó a conocerse como Virus de la Inmunodeficiencia Humana, VIH. De todas maneras la siguiente década continuó la marcha fúnebre de miles de seres humanos infectados. Fue el periodo en que conocimos que decenas de personajes habían contraído el VIH, algunos de los cuales lo declararon públicamente y luego fallecieron; entre ellos el famoso actor Rock Hudson, el cantante Freddy Mercury, el tenista Arthur Ashe y el bailarín Rudolf Nureyev. El caso del basquetbolista “Magic” Johnson se constituyó en un símbolo mundial; vive hasta la fecha, luego de 26 años de haber anunciado que estaba infectado.
La gravedad del Sida en 1987 era tal que 36 mil estadounidenses ya habían sido diagnosticados y 20 mil habían muerto, mientras que la pandemia se había extendido a 127 países, registrándose oficialmente 62,800 casos por parte de la OMS. En México, el primer caso fue diagnosticado en 1983 en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” y en nuestro Estado se reportó el primer caso en 1986. Samuel Broder investigador estadounidense, encontró que el medicamento conocido como AZT, descubierto desde 1964 y que fue empleado para otro tipo de patología, servía para inhibir la replicación del VIH, pero fue aprobado para este fin por la FDA en 1987; este fue el primero de otros fármacos de su tipo, todos ellos muy tóxicos; luego, en 1995 se inició el llamado tratamiento antirretroviral altamente activo o combinado, TAR, mediante el cual se ingieren tres antirretrovirales juntos.
En el año 2002, el Programa de Naciones Unidas para el Sida (ONUSIDA), informó que en 20 años la enfermedad mató a más de 20 millones de personas y se esperaba que para el año 2020, el mal podría cobrarse otros 68 millones de vidas. Había 40 millones de infectados, y alrededor de la mitad de las nuevas infecciones se producía en personas jóvenes de entre 15 y 24 años, registrándose diariamente 6 mil nuevos contagios, todos evitables.
En noviembre del 2016 la OMS seguía considerando al Sida como uno de los más graves problemas de salud pública en el mundo. Casi 37 millones de personas están infectadas por el VIH, de ellos casi dos millones de niños; lo trágico es que sólo alrededor del 47% está recibiendo tratamiento antirretroviral, el que puede permitir una sobrevida entre 30 y 40 años. Lamentable que sólo 8 de cada 10 embarazadas infectadas goza de tratamiento.
En México existe un registro de casi 236 mil personas infectadas, y es 2º lugar en Latinoamérica. Sólo 125 mil se encuentran vivas, 97 mil ya fallecieron y en poco más de 14 mil se desconoce su status actual. Solo 104 mil personas tenían acceso al tratamiento antirretroviral en junio del 2015. Como persisten prácticas sexuales de alto riesgo y un exceso de confianza el Sida continuará destruyendo vidas. ¿Para cuándo habrá una vacuna? ¿A cuántos beneficiaría? Volveré a tratar el tema.
Los investigadores Luc Montagnier, francés, y Roberto Gallo, estadounidense, con sus colaboradores, demostraron casi de manera simultánea en 1984, que un virus, un retrovirus, era el causante de lo que se denominaría Sida, Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, por lo que dicho parásito intracelular pasó a conocerse como Virus de la Inmunodeficiencia Humana, VIH. De todas maneras la siguiente década continuó la marcha fúnebre de miles de seres humanos infectados. Fue el periodo en que conocimos que decenas de personajes habían contraído el VIH, algunos de los cuales lo declararon públicamente y luego fallecieron; entre ellos el famoso actor Rock Hudson, el cantante Freddy Mercury, el tenista Arthur Ashe y el bailarín Rudolf Nureyev. El caso del basquetbolista “Magic” Johnson se constituyó en un símbolo mundial; vive hasta la fecha, luego de 26 años de haber anunciado que estaba infectado.
La gravedad del Sida en 1987 era tal que 36 mil estadounidenses ya habían sido diagnosticados y 20 mil habían muerto, mientras que la pandemia se había extendido a 127 países, registrándose oficialmente 62,800 casos por parte de la OMS. En México, el primer caso fue diagnosticado en 1983 en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” y en nuestro Estado se reportó el primer caso en 1986. Samuel Broder investigador estadounidense, encontró que el medicamento conocido como AZT, descubierto desde 1964 y que fue empleado para otro tipo de patología, servía para inhibir la replicación del VIH, pero fue aprobado para este fin por la FDA en 1987; este fue el primero de otros fármacos de su tipo, todos ellos muy tóxicos; luego, en 1995 se inició el llamado tratamiento antirretroviral altamente activo o combinado, TAR, mediante el cual se ingieren tres antirretrovirales juntos.
En el año 2002, el Programa de Naciones Unidas para el Sida (ONUSIDA), informó que en 20 años la enfermedad mató a más de 20 millones de personas y se esperaba que para el año 2020, el mal podría cobrarse otros 68 millones de vidas. Había 40 millones de infectados, y alrededor de la mitad de las nuevas infecciones se producía en personas jóvenes de entre 15 y 24 años, registrándose diariamente 6 mil nuevos contagios, todos evitables.
En noviembre del 2016 la OMS seguía considerando al Sida como uno de los más graves problemas de salud pública en el mundo. Casi 37 millones de personas están infectadas por el VIH, de ellos casi dos millones de niños; lo trágico es que sólo alrededor del 47% está recibiendo tratamiento antirretroviral, el que puede permitir una sobrevida entre 30 y 40 años. Lamentable que sólo 8 de cada 10 embarazadas infectadas goza de tratamiento.
En México existe un registro de casi 236 mil personas infectadas, y es 2º lugar en Latinoamérica. Sólo 125 mil se encuentran vivas, 97 mil ya fallecieron y en poco más de 14 mil se desconoce su status actual. Solo 104 mil personas tenían acceso al tratamiento antirretroviral en junio del 2015. Como persisten prácticas sexuales de alto riesgo y un exceso de confianza el Sida continuará destruyendo vidas. ¿Para cuándo habrá una vacuna? ¿A cuántos beneficiaría? Volveré a tratar el tema.
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