Una nueva propuesta en materia de salud.
El pasado mes de enero el prestigiado Dr. Hugo Ramírez Cervantes, con una vasta experiencia clínica, docente y como gerente de servicios de salud en el Estado, desarrolló una excelente presentación de su Propuesta de Reestructuración y Reorientación del Sistema Nacional de Salud. Con sólidos argumentos hizo especial énfasis en la situación actual del Sistema Nacional de Salud: … “el cual se caracteriza por estar fragmentado y segmentado, con un modelo de atención a la salud que en teoría está orientado a la prevención, pero que en realidad está dirigido a la curación, que carece de suficiente cobertura, principalmente en los estados del sureste de la República, además de ser inaccesible, sin vinculación con las instituciones formadoras de los recursos humanos para la salud, con una regionalización operativa deficiente, sin un sistema apropiado de referencia y contrareferencia de pacientes, desabasto de toda clase de insumos, deficiente calidad de la atención médica, una estructura orgánica vertical que genera burocratización, con problemas de un adecuado entendimiento sindicato versus autoridad y por la lacra de la corrupción”.
De manera esquemática y amena descripción, analizó los grandes retos a los que se enfrenta el actual Sistema Nacional de Salud, considerándolos como persistentes y emergentes; de la misma manera, a base de esquemas explicó su funcionamiento y luego presentó dos propuestas de reestructuración. En su propuesta No. 1 el Sistema funcionaría con dos sectores, el público y el privado. Con el público se establecerían dos tipos de régimen: uno contributivo y el otro subsidiado. En el primero de ellos se implementaría un Sistema de Seguridad Social en Salud cuyos usuarios serían los trabajadores del sector formal, la familia de los trabajadores y los jubilados; en el otro régimen, o sea el subsidiado, funcionaría un Sistema de Bienestar Social cuyos beneficiarios serían las personas autoempleadas, los trabajadores del sector informal y los desempleados. Para ambos regímenes la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, SHCP, aportaría un fondo de seguridad social en salud con la variedad de pago por producto, lo que sería una novedad para impulsar la eficiencia de los servicios. El sector público mantendría una estrecha relación con el sector privado, el cual está dirigido a la población con capacidad de pago.
En una segunda propuesta el Dr. Ramírez Cervantes maneja un Sistema de Salud y Bienestar Social único, fusionando los dos sistemas que contempla la propuesta uno, es decir, la seguridad social y la de bienestar social, de tal manera que todas las personas tendrían acceso a los servicios de salud de los tres niveles de atención. Por supuesto, la SHCP proporcionaría el fondo correspondiente para el óptimo funcionamiento de este Sistema. La aplicación de esta propuesta, propiciaría un Sistema Nacional de Salud con una filosofía institucional de servicio, con valores y ética; se fortalecería la Secretaría de Salud como autoridad sanitaria; el sector salud tendría una estructura unificada; se lograría establecer un servicio civil de carrera; las relaciones con los sindicatos serían éticas; la población gozaría de una atención universal, continua, integral y centrada en las personas; el modelo de atención sería más homogéneo y centrado en la prevención; se vincularían las residencias médicas a las necesidades de salud; la estrategia de atención primaria de la salud se consolidaría; los sistemas locales de salud se verían fortalecidos; la participación comunitaria se favorecería y se incrementaría; habría una real vinculación con las instituciones formadoras de recursos humanos para la salud; entraría en operación un sistema de información médico y administrativo automatizado; se observaría un uso eficiente de los recursos disponibles, desde la compra; la transparencia y la rendición de cuentas se vería fortalecida y se generaría una sana competencia mediante la estrategia de pago por producto en las unidades de salud y entre el personal médico.
La propuesta es excelente, su aplicación sería de gran beneficio para nuestro Estado.
De manera esquemática y amena descripción, analizó los grandes retos a los que se enfrenta el actual Sistema Nacional de Salud, considerándolos como persistentes y emergentes; de la misma manera, a base de esquemas explicó su funcionamiento y luego presentó dos propuestas de reestructuración. En su propuesta No. 1 el Sistema funcionaría con dos sectores, el público y el privado. Con el público se establecerían dos tipos de régimen: uno contributivo y el otro subsidiado. En el primero de ellos se implementaría un Sistema de Seguridad Social en Salud cuyos usuarios serían los trabajadores del sector formal, la familia de los trabajadores y los jubilados; en el otro régimen, o sea el subsidiado, funcionaría un Sistema de Bienestar Social cuyos beneficiarios serían las personas autoempleadas, los trabajadores del sector informal y los desempleados. Para ambos regímenes la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, SHCP, aportaría un fondo de seguridad social en salud con la variedad de pago por producto, lo que sería una novedad para impulsar la eficiencia de los servicios. El sector público mantendría una estrecha relación con el sector privado, el cual está dirigido a la población con capacidad de pago.
En una segunda propuesta el Dr. Ramírez Cervantes maneja un Sistema de Salud y Bienestar Social único, fusionando los dos sistemas que contempla la propuesta uno, es decir, la seguridad social y la de bienestar social, de tal manera que todas las personas tendrían acceso a los servicios de salud de los tres niveles de atención. Por supuesto, la SHCP proporcionaría el fondo correspondiente para el óptimo funcionamiento de este Sistema. La aplicación de esta propuesta, propiciaría un Sistema Nacional de Salud con una filosofía institucional de servicio, con valores y ética; se fortalecería la Secretaría de Salud como autoridad sanitaria; el sector salud tendría una estructura unificada; se lograría establecer un servicio civil de carrera; las relaciones con los sindicatos serían éticas; la población gozaría de una atención universal, continua, integral y centrada en las personas; el modelo de atención sería más homogéneo y centrado en la prevención; se vincularían las residencias médicas a las necesidades de salud; la estrategia de atención primaria de la salud se consolidaría; los sistemas locales de salud se verían fortalecidos; la participación comunitaria se favorecería y se incrementaría; habría una real vinculación con las instituciones formadoras de recursos humanos para la salud; entraría en operación un sistema de información médico y administrativo automatizado; se observaría un uso eficiente de los recursos disponibles, desde la compra; la transparencia y la rendición de cuentas se vería fortalecida y se generaría una sana competencia mediante la estrategia de pago por producto en las unidades de salud y entre el personal médico.
La propuesta es excelente, su aplicación sería de gran beneficio para nuestro Estado.
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