2o Informe de AMLO
Antes de entrar en materia respecto al título de este artículo, un amable lector me comentó que me faltó considerar en mi artículo “Covid-19: Impacto en el nivel de salud”, el incremento que podría esperarse en el 2020 de los padecimientos que afectan la mente, tales como los trastornos de la personalidad, los trastornos psicobiológicos, los trastornos de la conducta, la depresión y la ansiedad, así como de los casos de suicidio. Gracias por su aporte.
En relación al 2º Informe del presidente Andrés Manuel López Obrador, del próximo primero de septiembre, existe una enorme expectativa por el desglose que hará en cuanto a los avances que ha alcanzado su administración, no solo en el transcurso del último año, sino desde que tomó posesión de la primera magistratura del país. Es obvio que su narrativa tendrá una anticipada carga ideológica, la misma que ha expresado en sus múltiples intervenciones, tanto dentro como fuera de Palacio Nacional. Así mismo, hará hincapié en sus multicitados proyectos de gran envergadura, para los cuales, ha afirmado, una y otra vez, que se dispone de suficiencia presupuestal y que nada ni nadie los detendrá, para ponerlos en operación en los plazos que ha fijado, proyectos integrados en una relación de 25 programas prioritarios. Obvio que también no escaparán en su discurso los resultados observados en los apoyos económicos a los proyectos de infraestructura y programas sociales para jóvenes, adultos mayores y agricultores, entre los que destacan las pensiones para las personas de la tercera edad y para las personas discapacitadas, “sembrando vida” con la siembra de un millón de hectáreas con árboles frutales y maderables, las becas para el bienestar “Benito Juárez” para estudiantes de educación básica, las becas para jóvenes en preparatorias y en universidades, para los aprendices en empresas y la apertura de 100 universidades públicas en zonas marginadas.
Pero será interesante conocer los logros observados en su programa No. 25: atención médica y medicamentos gratuitos para toda la población. Aquí hago un paréntesis para adelantar que AMLO seguramente hablará acerca de la pandemia y su manejo epidemiológico por el equipo de salud comandado por el Dr. Hugo López-Gatell Ramírez, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la secretaría del ramo. Para entonces ya andaremos en más de 60 mil defunciones y en alrededor de los 550 mil casos confirmados. Y es aquí donde estarán puestos nuestros sentidos, porque seguramente escucharemos algo así como las repercusiones que tendrá el impacto social y económico de la pandemia del Covid-19, y las estrategias a seguir para su contención y control. Esperaremos que nos informe acerca de la operación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), que vino a sustituir al Programa de Protección Social en Salud, más conocido como Seguro Popular, del que el propio presidente se comprometió que al concluir el 2020 estaría cumpliendo los objetivos y metas que justifican o sustentan su creación.
En un informe de esa magnitud es imposible dar cuenta de los programas que son responsabilidad de la Secretaría de Salud, los que a su vez son aplicados por las instituciones del sector público en la materia, pero sí esperamos que AMLO haga alguna referencia respecto de aquellos temas que han causado irritación y airada demanda de ciertos sectores de la sociedad, como son los casos de la carencia de fármacos para el tratamiento del cáncer en la niñez, la insuficiencia de medicamentos antirretrovirales para atender a pacientes de VIH/Sida, y el desabasto de insumos en general. No podrá faltar en el informe el tema de la adquisición de medicamentos en el extranjero tras la firma reciente de un convenio con la ONU, lo que ha provocado un profundo malestar con las empresas farmacéuticas del país, que se han sentido desplazadas con esa decisión.
Por último, veremos qué tanto pudimos avanzar en materia de infraestructura, principalmente aquella que hace falta para fortalecer la atención primaria de la salud, sobre todo en el primer nivel de atención. ¿O seguirá quedando como una asignatura pendiente a pesar de considerarse como asunto prioritario para la 4T?
En relación al 2º Informe del presidente Andrés Manuel López Obrador, del próximo primero de septiembre, existe una enorme expectativa por el desglose que hará en cuanto a los avances que ha alcanzado su administración, no solo en el transcurso del último año, sino desde que tomó posesión de la primera magistratura del país. Es obvio que su narrativa tendrá una anticipada carga ideológica, la misma que ha expresado en sus múltiples intervenciones, tanto dentro como fuera de Palacio Nacional. Así mismo, hará hincapié en sus multicitados proyectos de gran envergadura, para los cuales, ha afirmado, una y otra vez, que se dispone de suficiencia presupuestal y que nada ni nadie los detendrá, para ponerlos en operación en los plazos que ha fijado, proyectos integrados en una relación de 25 programas prioritarios. Obvio que también no escaparán en su discurso los resultados observados en los apoyos económicos a los proyectos de infraestructura y programas sociales para jóvenes, adultos mayores y agricultores, entre los que destacan las pensiones para las personas de la tercera edad y para las personas discapacitadas, “sembrando vida” con la siembra de un millón de hectáreas con árboles frutales y maderables, las becas para el bienestar “Benito Juárez” para estudiantes de educación básica, las becas para jóvenes en preparatorias y en universidades, para los aprendices en empresas y la apertura de 100 universidades públicas en zonas marginadas.
Pero será interesante conocer los logros observados en su programa No. 25: atención médica y medicamentos gratuitos para toda la población. Aquí hago un paréntesis para adelantar que AMLO seguramente hablará acerca de la pandemia y su manejo epidemiológico por el equipo de salud comandado por el Dr. Hugo López-Gatell Ramírez, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la secretaría del ramo. Para entonces ya andaremos en más de 60 mil defunciones y en alrededor de los 550 mil casos confirmados. Y es aquí donde estarán puestos nuestros sentidos, porque seguramente escucharemos algo así como las repercusiones que tendrá el impacto social y económico de la pandemia del Covid-19, y las estrategias a seguir para su contención y control. Esperaremos que nos informe acerca de la operación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), que vino a sustituir al Programa de Protección Social en Salud, más conocido como Seguro Popular, del que el propio presidente se comprometió que al concluir el 2020 estaría cumpliendo los objetivos y metas que justifican o sustentan su creación.
En un informe de esa magnitud es imposible dar cuenta de los programas que son responsabilidad de la Secretaría de Salud, los que a su vez son aplicados por las instituciones del sector público en la materia, pero sí esperamos que AMLO haga alguna referencia respecto de aquellos temas que han causado irritación y airada demanda de ciertos sectores de la sociedad, como son los casos de la carencia de fármacos para el tratamiento del cáncer en la niñez, la insuficiencia de medicamentos antirretrovirales para atender a pacientes de VIH/Sida, y el desabasto de insumos en general. No podrá faltar en el informe el tema de la adquisición de medicamentos en el extranjero tras la firma reciente de un convenio con la ONU, lo que ha provocado un profundo malestar con las empresas farmacéuticas del país, que se han sentido desplazadas con esa decisión.
Por último, veremos qué tanto pudimos avanzar en materia de infraestructura, principalmente aquella que hace falta para fortalecer la atención primaria de la salud, sobre todo en el primer nivel de atención. ¿O seguirá quedando como una asignatura pendiente a pesar de considerarse como asunto prioritario para la 4T?
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