Verdades y mentiras en la pandemia
Desde el inicio de la pandemia del SARS-CoV-2, en nuestro país se inició en las redes sociales la difusión de un sinfín de imágenes y videos relacionados con el tema, diseñados o editados, según el caso, en México o en otras ciudades del mundo, en el idioma español o en lenguas extranjeras. Por la amplia gama del contenido de estos materiales es posible clasificarlos en científicos, oficiales y de otro tipo; los dos primeros incluyen las observaciones, recomendaciones y directrices emanadas de la OMS y de la OPS, su filial regional, del Dr. Hugo López-Gatell, vocero del gobierno federal y sus colaboradores de la SSA y de otras dependencias del sector salud, así como de distinguidos profesionales de la salud nacionales y del extranjero en pro o en contra de las estrategias asumidas en nuestro país y la manera de tratar la enfermedad.
Los de otro tipo, que es muy vasto, comprenden supuestos abordajes médicos y lo que ofrecen los remedios alternativos conocidos como medicinas paralelas, hasta verdaderas joyas de la charlatanería, las que merecen un monumento a la ignorancia, como el caso más reciente de la llamada Iglesia Génesis II de la Salud y la Sanación, acusadas de la venta de un preparado llamado “Solución Mineral Milagrosa”. Otros más atentan contra la inteligencia al afirmar de manera categórica que el coronavirus fue producido en un laboratorio de la República Popular China, como se observó en un video que circuló en las redes por el mes de abril, en el que dos maduros comentaristas de la televisión de un determinado país, elucubran con video imágenes, en relación a la producción del multicitado virus.
También se ha expresado en esos materiales que este último es producto de una gran confabulación para exterminar a la humanidad; y en ese orden de ideas destacan los videos en los que se afirma que el llamado COVID-19 por la OMS, está destinado a reducir la población mundial; misma justificación se dice acerca de la masiva producción de vacunas, para eliminar nada menos que hasta un 80% de nuestra especie, con el exhorto patético de no permitir ni la toma de muestras para la detección del virus y mucho menos la aplicación de ninguna vacuna. Esta recomendación apareció esta semana en un video en el que un supuesto médico italiano, de la tercera edad, con bata blanca y desde un consultorio, da lectura a un documento en el que exhorta abiertamente a sus conciudadanos para que tomen conciencia y no permitan tales acciones.
En cuanto al manejo de la pandemia, las imágenes y videos nos han mostrado las medidas que han aplicado las autoridades de los tres órdenes de gobierno de nuestro país. Hay una impresionante diversidad en ese sentido, observando las decisiones adoptadas en otros países hacia los individuos que no cumplen con los ordenamientos de sus gobiernos; lo menos ha sido el pago de multas o sanciones, el cumplimiento de trabajo comunitario o el arresto en una prisión. Así mismo, la aplicación del toque de queda para no permitir la circulación de nadie en un determinado horario nocturno.
Y si de ignorancia se trata recordemos los videos del maltrato y franca violencia a los profesionales de la salud, la maniática y obsesiva idea de defenestrar a quienes intentaron nebulizar las calles, colonias y barrios para sanitizarlas o para eliminar al mosco transmisor del dengue; así también la observancia de airadas multitudes que terminaron volcando e incendiando ambulancias o causando daños a los establecimientos médicos.
Imposible dejar sin mencionar la controversia acerca del uso del cubrebocas, de cuál ha sido la reacción de la OMS y en casi todos los países acerca de ese necesario adminículo sanitario; así como las imágenes de varios líderes del mundo y de sus colaboradores haciendo caso omiso del mismo. Y aquí cabe recordar la inmensa cantidad de videos relacionados con toda clase de medidas de sanitización, en los hogares y fuera de ellos y los que muestran diversas acciones de solidaridad, incluidos los cantantes profesionales. Por último, toda la gama de imágenes y videos chuscos, de los llamados memes y de pensamientos de contenido filosófico o religioso dirigidos a la búsqueda de la paz y la esperanza de un mundo mejor. Y va a haber más.
Los de otro tipo, que es muy vasto, comprenden supuestos abordajes médicos y lo que ofrecen los remedios alternativos conocidos como medicinas paralelas, hasta verdaderas joyas de la charlatanería, las que merecen un monumento a la ignorancia, como el caso más reciente de la llamada Iglesia Génesis II de la Salud y la Sanación, acusadas de la venta de un preparado llamado “Solución Mineral Milagrosa”. Otros más atentan contra la inteligencia al afirmar de manera categórica que el coronavirus fue producido en un laboratorio de la República Popular China, como se observó en un video que circuló en las redes por el mes de abril, en el que dos maduros comentaristas de la televisión de un determinado país, elucubran con video imágenes, en relación a la producción del multicitado virus.
También se ha expresado en esos materiales que este último es producto de una gran confabulación para exterminar a la humanidad; y en ese orden de ideas destacan los videos en los que se afirma que el llamado COVID-19 por la OMS, está destinado a reducir la población mundial; misma justificación se dice acerca de la masiva producción de vacunas, para eliminar nada menos que hasta un 80% de nuestra especie, con el exhorto patético de no permitir ni la toma de muestras para la detección del virus y mucho menos la aplicación de ninguna vacuna. Esta recomendación apareció esta semana en un video en el que un supuesto médico italiano, de la tercera edad, con bata blanca y desde un consultorio, da lectura a un documento en el que exhorta abiertamente a sus conciudadanos para que tomen conciencia y no permitan tales acciones.
En cuanto al manejo de la pandemia, las imágenes y videos nos han mostrado las medidas que han aplicado las autoridades de los tres órdenes de gobierno de nuestro país. Hay una impresionante diversidad en ese sentido, observando las decisiones adoptadas en otros países hacia los individuos que no cumplen con los ordenamientos de sus gobiernos; lo menos ha sido el pago de multas o sanciones, el cumplimiento de trabajo comunitario o el arresto en una prisión. Así mismo, la aplicación del toque de queda para no permitir la circulación de nadie en un determinado horario nocturno.
Y si de ignorancia se trata recordemos los videos del maltrato y franca violencia a los profesionales de la salud, la maniática y obsesiva idea de defenestrar a quienes intentaron nebulizar las calles, colonias y barrios para sanitizarlas o para eliminar al mosco transmisor del dengue; así también la observancia de airadas multitudes que terminaron volcando e incendiando ambulancias o causando daños a los establecimientos médicos.
Imposible dejar sin mencionar la controversia acerca del uso del cubrebocas, de cuál ha sido la reacción de la OMS y en casi todos los países acerca de ese necesario adminículo sanitario; así como las imágenes de varios líderes del mundo y de sus colaboradores haciendo caso omiso del mismo. Y aquí cabe recordar la inmensa cantidad de videos relacionados con toda clase de medidas de sanitización, en los hogares y fuera de ellos y los que muestran diversas acciones de solidaridad, incluidos los cantantes profesionales. Por último, toda la gama de imágenes y videos chuscos, de los llamados memes y de pensamientos de contenido filosófico o religioso dirigidos a la búsqueda de la paz y la esperanza de un mundo mejor. Y va a haber más.
No hay comentarios.: