Situación de las infecciones de transmisión sexual
Hasta cierto punto la actual emergencia epidemiológica mundial ha dado lugar a que los simples mortales no hayan puesto atención a la prevalencia de otras enfermedades de tipo infeccioso; la realidad es que estas siguen acumulándose en los registros que diariamente se llevan a cabo en todos los establecimientos de salud de los tres niveles de atención de todo el mundo, aunque se acepta que la misma pandemia posiblemente ha influido para que se haya observado una significativa disminución de los casos detectados oficialmente, por una menor afluencia de los usuarios a los servicios de atención médica. Un grupo importante de tales padecimientos es el de las infecciones de transmisión sexual, ITS, en el que se encuentra incluido el VIH-Sida, el cual, de acuerdo a la OMS, sigue siendo un problema de salud pública de difícil solución, a tal grado que la meta de poner fin a la epidemia de esa enfermedad viral para el año 2030, se antoja como muy difícil de lograr.
A mayor abundancia de información acerca de las ITS, entre los más de 30 virus, bacterias y parásitos que se transmiten por contacto sexual, ocho están vinculados a la máxima incidencia de ese tipo de enfermedades. De ellas, cuatro son actualmente curables: la sífilis, la gonorrea, la clamidiasis y la tricomoniasis. Las otras cuatro –hepatitis B, virus del herpes simple (HSV), VIH y virus del papiloma humano (VPH)– son infecciones virales incurables, aunque se dispone de tratamientos capaces de atenuar o modificar los síntomas o la enfermedad. Las ITS se transmiten principalmente por contacto sexual, incluidos el sexo vaginal, anal y oral. También se pueden diseminar por mecanismos no sexuales, por ejemplo, las transfusiones de sangre o productos sanguíneos. Muchas ITS pueden transmitirse también de madre a hijo durante el embarazo o el parto. Una persona puede tener una ITS sin manifestar síntomas de enfermedad y cuando los hay, los síntomas comunes de las ITS incluyen flujo vaginal, secreción uretral o ardor en los hombres, úlceras genitales y dolor abdominal.
Para ofrecerles una idea de cómo estamos en relación a las llamadas ITS, a continuación, les daré a conocer algunos datos generados a fines del 2016, cuando esas enfermedades llegaron a cifras récord en los Estados Unidos de América, EE.UU. A manera de ejemplo, en ese año ya habían ocurrido en dicho país más de dos millones de casos nuevos de gonorrea, sífilis y clamidia, considerándose el número más alto de esas ITS que jamás se hayan reportado de acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC. Por esa razón, Gail Bolan, directora de la División de Prevención de ITS de los EE.UU, expresó que “claramente necesitamos revertir esa tendencia inquietante” y con preocupación agregó que “los CDC no pueden hacer eso solos y necesitamos que cada comunidad de los EE.UU sea consciente del riesgo que hay allá afuera y que ayude a educar a los ciudadanos en cómo evitarlo”, y aunque todos ellos pueden ser curados con antibióticos, muchas personas no son diagnosticadas y no reciben tratamiento.
Pero a nivel mundial, cada día, alrededor de un millón de personas contraen una ITS, estimándose que anualmente unos 357 millones de personas adquieren alguna de las siguientes cuatro ITS: clamidiasis, gonorrea, sífilis o tricomoniasis. Así mismo, más de 500 millones son portadoras del virus que provoca el herpes genital tipo 2 (HSV2), más de 290 millones de mujeres están infectadas con el virus del papiloma humano (VPH) y casi un millón de mujeres embarazadas contrajeron sífilis, lo que fue causa de complicaciones en alrededor de 350 mil casos, incluidos los registrados de muerte prenatal. Los casos que cursan como asintomáticos o solo se acompañan de síntomas leves dificulta que los médicos emitan un diagnóstico certero. Por otra parte, algunas ITS pueden elevar el riesgo de contraer VIH, como sucede con el herpes genital (HSV2) y la sífilis. Es de suma relevancia que más allá del efecto inmediato de la infección en sí misma, las ITS pueden tener consecuencias graves; tal es el caso de la esterilidad o la trasmisión de infecciones de la madre a su hijo.
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