Metástasis.La realidad

 No es difícil que en cada familia mexicana exista el antecedente de que uno de sus integrantes padezca o haya fallecido de algún tipo de cáncer. Hoy, de manera indirecta mi familia es una de ellas. Recién murió en este mes la esposa de uno de mis hermanos por cáncer de ovario y ahora mismo se encuentra en etapa terminal por cáncer de próstata el que fuera esposo de una cuñada. En ambos casos el cáncer primario derivó en metástasis a otros órganos y tejidos. El primer caso se detectó luego de extraer de la cavidad abdominal aproximadamente cuatro litros de líquido seroso hace casi cuatro años; el estudio histopatológico evidenció que se trataba de una neoplasia de ovario y el tratamiento médico inmediato fue una cirugía radical que incluyó la extracción del útero, el ovario afectado y el bazo, que ya estaba comprometido; vinieron luego varias sesiones de quimioterapia en los siguientes años y cuando una tomografía demostró la patética imagen de una metastasis en el cerebro, la paciente y la familia tomaron la decisión de aceptar la aplicación de dosis de radioterapia. A pesar de todos esos procedimientos nada paró la evolución de la enfermedad, pues otros órganos se vieron afectados por metástasis y las complicaciones derivadas de sus efectos condujeron finalmente a la muerte de quien venía sufriendo demasiado. Falleció a los 57 años de edad.

En el segundo caso que reseño, actualmente ya no es posible ofrecerle al paciente, de 70 años de edad, ningún tratamiento que lo lleve a la curación, únicamente podrá recibir aquel que le permita sufrir menos los últimos días de su vida; las metástasis ya le afectan varios huesos y el dolor es su síntoma cardinal. El problema es que tardíamente se detectó el cáncer primario en la próstata. Pero los dos casos señalados no son los únicos registrados en la familia, pues los antecedentes permiten recordar a los parientes que han fallecido de las complicaciones por cáncer.

En relación a este último, a principios del 2019 el Dr. Abelardo Meneses García, director del Instituto Nacional de Cancerología, informó que dicha enfermedad ocupa el 1er lugar en el mundo, registrándose alrededor de 18 millones de casos nuevos, lo que ocasiona 9.6 millones de muertes por todos los tipos de cáncer existentes. Agregó que en América Latina y el Caribe se presenta una incidencia del 92% (poco más de un millón de casos nuevos por año) y que, según el INEGI, en México ocupa el 3er lugar, pues de cada 100 fallecimientos, 14 son por causa de cáncer; del mismo modo se registran 191 mil casos nuevos de cáncer, con 84 mil muertes al año. A mayor abundamiento, añadió que los principales tumores malignos en nuestro país son el cáncer de mama, próstata, colon, tiroides y pulmón.

Etimológicamente, metástasis proviene del griego y está compuesta de las palabras meta que significa: después, de otro modo, más allá, en otro lugar; y de stasis, que es acción de estar. De ahí que metástasis es la diseminación de un tumor primario maligno o cáncer, en órganos distantes, que ocurre por vía sanguínea o linfática. El uso de esa palabra no es reciente, pues en su tiempo la utilizaron figuras médicas de la medicina desde Hipócrates, como Erasístrato, Galeno, Joseph du Chesne y aparece en 1675 en un diccionario etimológico inglés, luego se asoció a la teoría humoral a lo largo del siglo XVIII, aunque se cree que el médico ruso Rudolf Virchow, considerado como el padre de la patología, fue determinante en la vinculación entre cáncer y metástasis a mediados del siglo XIX. (Diccionario Médico Biológico, Histórico y Etimológico. www.dicciomed.usual.es).

El cáncer se puede prevenir y curar si se detecta oportunamente. Esto aplica para el cáncer de mama, de cuello del útero y de próstata. Se puede prevenir el cáncer pulmonar si el individuo no fuma desde temprana edad y el cáncer de piel si nos cuidamos en lo posible de los rayos del sol. Las neoplasias de ovario y de colon se pueden prevenir si se tiene conocimiento del antecedente heredo familiar, lo que ayuda, en su caso, a su detección inicial. La realidad es que la sobrevida, cuando hay metástasis, no es mayor a cinco años en promedio y sufrir es lo más común para el paciente y su familia.

1 comentario:

  1. Referente al articulo sobre "Metástasis, la realidad", me queda más que claro la magnitud de dicha enfermedad en cuanto a la cantidad de nuevos casos y muertes. Pero ahora lo que confirmo es el fuerte impacto emocional que impregna la vida del paciente y sus familiares. La vida ya no vuelve a ser la misma para nadie, una vez que se declara medicamente que el cáncer ha hecho metástasis en otra u otras partes del cuerpo. Es la señal clave que implica la toma de decisiones cruciales para hacer frente a lo duro que se viene,para hacer los ajustes y adaptaciones necesarios en todas las áreas de vida, que involucra no sólo la mente y las emociones, sino también el propio mundo espiritual.

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