¿Un desorden la formación de médicos en México?
Qué significan las siguientes cifras: México tiene un índice menor a dos médicos y una cama de hospital por cada 1,000 habitantes. ¿Son suficientes? La respuesta contundente es NO. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, informó en el 2017 una cifra de 2.9 médicos por cada 1,000 habitantes, contra la cifra promedio del mismo organismo de 3.4 mientras que para el recurso de enfermería y camas de hospital señaló menos de un tercio en el número de ambos rubros respecto del promedio de la misma OCDE. Contrastan los datos del CONEVAL en nuestro país respecto del número de médicos pues informó que en el 2015 el promedio de médicos fue de 2.35, en el 2016 de 1.6, y más recientemente de 1.9, situación que también ocurre con relación a los índices de enfermeras y camas de hospital por cada 1000 habitantes.
La propia OCDE expresó en ese informe: “El sistema de salud de México afronta ineficiencias y sigue sumamente fragmentado, pues distintos subgrupos ofrecen diferentes niveles de atención a diferentes grupos de personas y a precios diferentes. Este es el aspecto del sistema de salud de México que es esencial mejorar”.Múltiples investigaciones se han desarrollado sobre el tema en nuestro país, principalmente en el Instituto Nacional de Salud Pública pero han quedado cautivos en sus propias publicaciones o en las actividades académicas que programa dicha institución del sector salud federal. Otros autores también han colaborado con sendas y excelentes publicaciones como la de los Dres. Ricardo León-Bórquez[MA1] , Víctor M. Lara-Valdez y Luís F. Abreu Fernández, cuyo artículo “Educación Médica en México” lo publicó FEM (Ed. impresa) vol.21 no.3 Barcelona el 16-Ago-2021. Pero para los fines del presente artículo deseo destacar los siguientes datos. En el ciclo escolar 2022-2023 el total de aspirantes a ingresar a la licenciatura de medicina fue de 31,213, pero de cada 16 solicitudes que la demandaron solo ingresó uno. Existen actualmente 178,996 estudiantes cursando dicha licenciatura en 185 escuelas y facultades públicas y privadas; según datos de la Secretaría de Salud federal al 13 de junio del 2018, incrementándose el número de estudiantes en 43,000 en los últimos ocho años; así mismo, en el 2017 hubo 14,000 estudiantes de medicina realizando su servicio social. Por otra parte, conforme a la encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) correspondiente al segundo trimestre del 2021, México disponía de 305,418 médicos, de los cuales 54% eran hombres. Del total 67% eran médicos generales y el 33% restante especialistas en alguna rama.
La realidad es que existe un exceso de médicos en formación en una creciente cantidad de planteles de medicina con distintos planes de estudio, sobre todo privadas, que no están reconocidas por la AMFEM y mucho menos acreditadas por el COMAEM. Los egresados difícilmente serán especialistas y están destinados a trabajar en consultorios de la industria farmacéutica, si bien les va, porque el sector público no oferta suficientes plazas para los médicos especialistas que egresan cada año y mucho menos para los médicos generales, y esto no ocurre porque no ha crecido la infraestructura hospitalaria para atender las necesidades de la población de México y no se han destinado recursos suficientes para fortalecer el primer nivel de atención a la salud en áreas urbanas y rurales en donde se ofrezcan servicios sanitario asistenciales, atendidos por médicos generales como el recurso nuclear. Para poder resolver el grave rezago en materia de salud de México es indispensable proporcionarle un presupuesto significativamente superior al actual. La pregunta obligada es: ¿Por qué al médico se le tiene que exigir que acepte trabajar en áreas carentes de servicios públicos y para él y su familia y no se les proporcione una vivienda digna, no existen planteles escolares de nivel medio y medio superior, donde no hay seguridad e impera la violencia y el crimen organizado los secuestra o extorsiona? No se trata nada más de ofrecerle un sueldo decoroso. Necesitamos un programa integral de salud para alcanzar por lo menos los indicadores promedio de la OCDE.
[MA1]
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