1er debate: Mentiras y fantasía
En el primer debate por la presidencia de la República, cuyo formato y fallas técnicas fueron evidentes, el tema de la salud dejó mucho que desear para quienes conocemos con amplitud la situación del mal llamado Sistema Nacional de Salud y sus marcadas deficiencias. Deseo puntualizar que los tres contendientes no tienen, en lo general, una idea precisa de lo que requiere un país, y particularmente el nuestro, para ofrecer realmente un servicio de calidad a la población total, urbana y rural, sobre todo a la que no tiene acceso a los servicios médicos que brindan las dependencias de la seguridad social, Los errores de conocimiento o francamente mentiras fueron expresadas por la candidata Claudia Sheinbaum quien imagina que los servicios del IMSS-Bienestar ya operan con eficiencia en los 22 estados gobernados por MORENA, cuando eso no es la realidad; vamos, qué mejor ejemplo puedo ofrecer que nuestra propia entidad, en donde los trabajadores de los actuales Servicios de Salud se encuentran en una total incertidumbre respecto de su futuro y desconocen cómo va a operar el IMSS-Bienestar en este mismo año, Además, la misma candidata afirmó que los resultados de esta dependencia supera los logros del Programa de Protección Social de la SSA, con su brazo ejecutor el llamado Seguro Popular, lo que es imposible. En otra intervención se atrevió a prometer el doble de becas para los médicos que se interesen en presentar el examen de residencia para realizar una especialidad en el sistema hospitalario del país. En ningún momento hizo patente el compromiso de quien la nombró, de que México tendrá, al finalizar su gestión el próximo 30 de septiembre, un Sistema Nacional de Salud de primer mundo, ya no solo superior al de Dinamarca.
En el caso de la candidata Xóchitl Gálvez, hizo una promesa cuasi difícil de aplicar, la de su tarjeta individual “Mi Salud”, mediante la cual cualquier ciudadano podrá acceder a los servicios médicos públicos y privados, lo que me parece irracional porque es obvio que de manera tumultuaria la población de menos recursos e incluso la que goza de los servicios médicos de la seguridad social, trataría de aprovechar semejante oferta. La pregunta obligada: ¿Cómo va a cubrirse ese gasto por parte de la federación, porque es lógico que la medicina privada cobrará las atenciones que brinde pues opera con fines de lucro? Además, en un país cuyo presupuesto en salud está muy lejos de la media de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, OCDE, lo primero que tendría que legislarse es elevar significativamente dicho presupuesto, en lugar de destinar multimillonarios recursos en obras y servicios (ejemplo de este último la compra y puesta en operación de la aerolínea Mexicana de Aviación) que hasta el momento han demostrado que son un soberano fracaso y verdaderos barriles sin fondo, fuera de toda transparencia, pues la información de su oneroso gasto es top secret por decreto presidencial. Sí, retornar al Seguro Popular es plausible y sería mejor que el dichoso IMSS-Bienestar, siempre y cuando se aplique una estricta vigilancia del manejo de sus recursos con la mira puesta en cero tolerancia a la corrupción, además de implementar un Plan Maestro que permita conocer la situación actual que prevalece en la infraestructura y recursos humanos de cada entidad federativa y cuyo objetivo esté dirigido al fortalecimiento y consolidación de los servicios que venía ofreciendo hasta el momento en que fue sustituido por el inútil Instituto de Salud para el Bienestar, INSABI, el que los propios legisladores morenistas y partidos anexos, decidieron acabar formalmente con él.Del candidato por el Movimiento Ciudadano mi comentario es que no aportó nada valioso en esta materia. Era un total desconocido, que se encuentra en su momento de fama en una contienda que merecería tener un candidato que realmente haga contrapeso a las dos damas que se lo llevan de calle en cuanto a conocimientos y experiencia política. Como comentario final, ninguno se preocupó por impulsar al primer nivel de atención y a la atención primaria de la salud, base fundamental de un Sistema Nacional de Salud. ¿Algo más que agregar?
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